viernes, 3 de octubre de 2014

CULTURE CLUB - KISING TO BE CLEVER

El año 82 fue el comienzo de unos años de hits masivos en Europa del grupo capitaneado por Boy George.
Su primer single Do You Really Want You Hurt Me? no podría haber tenido mejor salida. Ese ritmo a medio tiempo esos toques caribeños con aires Reague, aderezados con teclados flotando por el  éter del disco fue una fórmula mágica que arrasó en el Reino Unido y en Europa, y hoy por hoy es un clásico de los 80,  y un clasico de M80  y  Kiss Fm también.
Los Reyes Magos me trajeron el LP de debut, porque ellos sabían que los discos que editaba Virgin eran susceptibles de gustarme, pues parecía que tenían una visión de calidad y éxito increible, a la vez que también significaba que estabas en primera línea de la modernidad.
Yo "modernillo de plexiglás" por aquel entonces y también entusiasmado con todo lo que sonaba en la radio y venía de las Islas, tengo que reconocer que me llevé en el momento un pequeño chasco, pues me esperaba algo más en la línea del single y me encontré con un disco destinado a los Clubs modernos, eso sí, pero no tan sintetizados como yo creía.
 Después de recomponer mis neuronas, el disco me fue agradando cada vez más, aceptando que era un disco con temas bailables en el cual se utilizaban guitarras, bajos, vientos, etc, algo a lo que tengo que reconocer que no era muy receptivo por aquel entonces, pero ¡Coño! era un disco moderno y que tenía buenos temas y que no pretendía nada más que entretener, hacerte bailar y pasar un buen rato mientras lo escuchabas. Y eso lo conseguía sin problema.
Y es que aún no me había enterado bien que los ritmos eurpeos mezclados con los latinos y caribeños estaban pegando en el Reino Unido. Y sí que me había enterado que a este país los discos llegaban con bastante retraso y, por tanto, las pulsaciones más recientes de los demás paises también.
No creo que haga falta recordalo, pero Boy George era un asiduo al Blitz de Londres, club donde se cocieron muchos de los sonidos más bailables por aquel entonces.
No te va a pasar nada si aún no lo conocías, pero era un disco con el que me sentí que era moderno en una ciudad de provincias y también que iba un pasito por delante simplemente porque empezaba a ser receptivo a los nuevos sonidos que parecía que no tenían final, porque salían estilos como churros.
También, como dije en otras ocasiones,  había un parte negativa, y es que parece que a los cinco minutos de haber salido ya estaba desfasado, con lo cual muchas veces no daba lugar a desarrollar todo el potencial de un estilo, porque si repetías ya hartabas.

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