jueves, 16 de junio de 2016

GORN - GORN

Rebuscando por mi discoteca, me acordé de este disco que hacía tiempo que no ponía.
Gorn fue un proyecto del año 93 salido en plena fiebre Trance y Techno que barría en toda Europa, siendo Alemania un punto fuerte del estilo.
Bela Cox y Massimo Vivona (productor y dj italiano afincado en Alemania) editarón bajo el nombre de Gorn un único Cd que por lo que pude ver en Discogs para asesorame un poco más, (El cd trae apenaas información), se pide una pequeña fortuna.
Supongo que esa pequeña fortuna es debido a que tuvo un tirada de 500 copias. Bueno, eso es lo que pone en discogs, cosa que no dudo, porque ni carpeta ni cd ponen por ningún lado que la edición sea numerada.
Esto que acabo de comentar estaría dentro de las curiosidades.
En cuanto a los temas, pues nos encontramos ante un disco de su tiempo, con sonido electrónico de su tiempo.
Trance y Techno se unen para hacer temas destinados para la pista de baile sin conceiones.
Ritmos mecánicos, sonidos repetitivos, melodías sencillas, porque no son realmente lo más importante.
Aquí lo importante es el ritmo y los arpegios, que consiguen en muchos casos que entres en un bucle.
Trancesub es un tema que define bien todo lo que digo y que es totalmente imparable.
Techno Trance arrebatador.
Delargo 1 también contiene nueve minutos de baile frenético.
Sub es el tema más corto de todos, pero lo sobra contundencia y Trance por todos los lados.
A aqué nos encontramos con dos temazosque son Move The Face y Sea Of Love.
No sólo mueve "The Face",  sino que mueves todo el bullarengue. Sólo la frase "Move The Face" que pases por el tema ya te hace mover.
Pero después es que las bases son tremendamente adictivas y desbocadas.
Sea Of Love es de esos temas Trance de arriba a abajo.
Bajan los BMP pero también totalmente bailable. Ritmo bestial y unos sintes creando ambientes que te van minando el cerebro y logra que entres en éxtasis permanente hasta que el tema termina.
Temazo!
Finaliza el disco con un tema que más que Trance, deberíamos llamarlo Ambient.
Veinte minutos de calma, de sosiego después de tanto meneo de cuerpo.
Tal vez demasiado monótono y demasiado extenso, pero ahí está. Hecho para el baile horizontal.
No una maravilla, pero sí que Gorn es de esos artefactos que se agradece escuchar de vez en cuando, y notar las pulsacones de una época que con la bromas ya hace dos décadas que aconteció.