sábado, 4 de agosto de 2012

DURAN DURAN - RIO

Duran Duran habían tenido mucho éxito con su Lp de debut, en Inglaterra más que en Europa. Incluso los medios especializados los recibieron con muy buenas críticas.
Para su segundo disco tenían que pensarlo bien, no podían tener un traspiés, pues los segundos discos, e incluso los terceros, pueden ser la fosa para muchos grupos.
El primer disco fue una explosión de sonido novedoso y un aire renovado para la New Wave que ya languidecía, aunque ellos con su sonido bailable y teclados predominantes, amén de su estética, habían sido incluidos en el movimiento New Romantic. ¿Qué nos depararía su nuevo y esperado trabajo?
Pues bajo mi punto de vista, encontramos unos Duran Duran que siguen en general con las mismas coordenadas sonoras. No todos los temas son tan directos e impactantes a la primera escucha como en su debut, pero contiene unas pildoras fulminantes como My Own Way, Hungry Like a Wolf o mi preferida Hold Back de Rain (deudora en todo del sonido Japan). Temas como New Religion, Rio y Save a Prayer nos ofrecen un paso adelante en cuanto a que las canciones son más elaboradas, con más minutaje para plasmar bien lo que quieren hacer, más ambientes acolchados de fondo para arropar la estructura de la canción y hacen los temas más "adultos" si se quiere.
Para terminar el disco The Chauffeur, una delicia electrónica sintética, algo muy distinto al resto del disco y sí, otra vez el espíritu Japan por los surcos.
Que quede claro que al mencionar al grupo de David Sylvian en dos ocasiones no quiere decir que hubiese copia, pero sí influencia de su sonido, sobre todo en Nick Rhodes, el teclista, cuya imágen hasta era similar.
La producción, a cargo de nuevo del guitarrista de Chic Nile Rodges, vuelve a ser estupenda, sabiendo facturar un producto moderno, y personalmente me fascina como trató el bajo y los teclados. Un bajo, que sin sobresalir por encima de los demás instrumentos, es profundo y te penetra hasta hacerte vibrar. Y los teclados, presentes, arropando, sonando modernos pero no previsibles, incluso atmosféricos en algunos pasajes.
Segundas partes sí que fueron buenas para Duran Duran. Con este disco dieron un paso de gigante en cuanto a popularidad en toda Europa. ¡Y siguieron manteniendo la calidad!
 DR