Si bien el primer disco no me gusta, este segundo me parece uno de los mejores trabajos de EBM que se han hecho en este estado.
Secuenciadores a máxima potencia, ritmos sincopados y metronómicos, voces acopladas a los sonidos provenientes de las máquinas del futuro.
Aunque en el 89 la EBM ya llevaba unos años de recorrido, Flash Zero saben seguir manteniendo su esencia y aprovechan también el momento que vuelve a gozar la electrónica a nivel de Clubs y discotecas para que sus temas se puedan poner en dichos locales.
Aquí podemos encontrar ocho temas destinados a descargar adrenalina mientras te mueves como un poseso.
Trans-Mission, Hex-66 o Iconoclastic son ejemplos de la fuerza que descarga el disco.
El resto de temas tampoco te van a dejar descanso ni pausa.
Después editaron varios maxis que no me llamaron nada la atención.
Así que, aunque no me gusta la discografía del grupo, sí que tengo que decir que si te gusta la buena EMB, y si además creías que en España era un género que se practicaba poco, debes de escucharlo.
Puede que en algún momento te lleguen ecos del sonido de Valencia de aquellos años, pero no te confundas, esto seguro que se bailó allí, pero esto es EBM.