En los tiempos libres que le permitía Ultravox, Midge Ure tuvo tiempo en el año 85 de editar este disco.
Ya había sacado anteriormente el single No Regrests de éxito en el Reino Unido, pero ahora se atrevía con un Lp.
Sin llevarnos a engaño, el sonido del grupo planea por la mayoría de los
temas, sin embargo, también hay que reconocer que tiene personalidad
propia, y que no muchas canciones hubiesen entrado en el repertorio de
Ultravox.
El single If I Was (éxito) y When The Winds Blow (alucinante tema)
tienen las experiencias sonoras que Midge aprendió de su colegas de
grupo.
That Certain Smile recuerda a el sonido que Ultravox nos ofreció en Lament.
Muchas veces creo que la voz del cantante de un grupo hace,
incoscientemente y casi irremediablemente, que la asocies primero al
grupo y después, poco a poco, te das cuenta que es un trabajo en
solitario, independiente.
La carga sentimental y emotiva que desprende el trabajo es intensa, por
lo menos para mí, ya que sé que muchos piensan que Midge era más pose
que sentiemiento, como siempre, comparándolo con John Foxx.
¿Porqué uno sí y el otro no? Lo dejo ahí.
The Gift es una balada muy bonita con unos arreglos orquestales estupendos.
Los instrumentales Antillas (recuerda en la guitarra a The Shadows) ,
Edo (arquitectura japonesa) y The Chieftain (viento, velocidad,
mini-industria, campo)rompe la dinámica y en parte la dirección del
disco, pero no la estropea. Es como si Ure quisiera expresarse y
decirnos que no estaba encorsetado, que sabía, podía y quería explorar
nuevos sonidos, más que experimentar.
En difinitiva, un disco más que valído, muy atractivo. No sólo para lo
que gustamos de Ultravox, sino simplemente si te apetece empezar un poquito de belleza tranquila.
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