Tengo que reconocer que a Jean Michel lo tengo bastante olvidado por este blog.
Su obra no me gusta totalmente, pero los momentos inolvidables que me ha hecho pasar con algunos de sus discos no me los quita nadie.
Este fue el primero que tuve de él en formato cassete.
Ya empezaba yo a ser degustador de sonidos electrónicos, tal vez no tan experimentales o "distintos" para mí por aquellos años, pero sí que me agradaba escuchar esos sonidos que salían de "las máquinas".
En la radio sonaba el maravilloso Magnetic Field part. II, un tema que me atraía a más no poder.
Así que una amiga mayor que yo, me lo regaló.
Como digo, más habituado más los sonidos más Tecno Pop, reconozco que el tema primero que ocupa toda la primera cara, me desconcertó en un principio.
No estaba yo acostumbrado a temas de tan larga duración. También es cierto que siempre escuchaba más la segunda cara, pero no dejaba de dar una escuchadita al tema.
Y como siempre hay que dar una oportunidad, resulta que el tema me fue ganando en cada escucha.
Se podría dividir en tres partes. Una con electronica más "bailable" al principio. Una segunda cara más ambiental y cósmica que me gusta más ahora que la primera vez, y una tercera que sigue por la senda del primero en cuanto a que los sonidos son, no más bailables, sino mas rítmicos.
Estupendo esta primera cara que no tiene desperdicio.
La segunda cara empezaba con la comentada parte dos. Más rítmica de lo nomal en Jean- Michel, y sin dejar de ser él la hacía muy bailable y fascinante.
La tercera parte empieza como si estuviésemos en una estación de trenes interplanetaria y acabásemos de llegar. Y da la sensación de que la estación estuviese en algún lugar de Africa en el siglo XXV. Sonidos étnicos de fondo, agua sonando y creando atmósferas tranquilas junto con los sintetizadores. Estupenda.
La parte cuarta también salió como single.
Las máquinas marcan el ritmo y una melodía sencilla pero penetrante va dando forma a un tema que suena muy reconfortante, un poco triste por momentos, pero que te relaja y te hace esbozar un sonrisa de efímera felicidad cuando suena. Eso sí, el final suena como si estuvésemos salieron de la anterior estación de trenes.
Y es que todos los temas están entrelazados.
La parte quinta y última, subtitulada The Last Rumba, pues la verdad es que suena a eso, a una rumba.
Sinceramente sobra. Suena a teclado de el gitano con la cabra y aunque la melodía no es fea, pues como que desentona.
No será el mejor disco de este señor, que tiene una extensa obra, pero a mí es un disco que me sigue gustando.
Su obra no me gusta totalmente, pero los momentos inolvidables que me ha hecho pasar con algunos de sus discos no me los quita nadie.
Este fue el primero que tuve de él en formato cassete.
Ya empezaba yo a ser degustador de sonidos electrónicos, tal vez no tan experimentales o "distintos" para mí por aquellos años, pero sí que me agradaba escuchar esos sonidos que salían de "las máquinas".
En la radio sonaba el maravilloso Magnetic Field part. II, un tema que me atraía a más no poder.
Así que una amiga mayor que yo, me lo regaló.
Como digo, más habituado más los sonidos más Tecno Pop, reconozco que el tema primero que ocupa toda la primera cara, me desconcertó en un principio.
No estaba yo acostumbrado a temas de tan larga duración. También es cierto que siempre escuchaba más la segunda cara, pero no dejaba de dar una escuchadita al tema.
Y como siempre hay que dar una oportunidad, resulta que el tema me fue ganando en cada escucha.
Se podría dividir en tres partes. Una con electronica más "bailable" al principio. Una segunda cara más ambiental y cósmica que me gusta más ahora que la primera vez, y una tercera que sigue por la senda del primero en cuanto a que los sonidos son, no más bailables, sino mas rítmicos.
Estupendo esta primera cara que no tiene desperdicio.
La segunda cara empezaba con la comentada parte dos. Más rítmica de lo nomal en Jean- Michel, y sin dejar de ser él la hacía muy bailable y fascinante.
La tercera parte empieza como si estuviésemos en una estación de trenes interplanetaria y acabásemos de llegar. Y da la sensación de que la estación estuviese en algún lugar de Africa en el siglo XXV. Sonidos étnicos de fondo, agua sonando y creando atmósferas tranquilas junto con los sintetizadores. Estupenda.
La parte cuarta también salió como single.
Las máquinas marcan el ritmo y una melodía sencilla pero penetrante va dando forma a un tema que suena muy reconfortante, un poco triste por momentos, pero que te relaja y te hace esbozar un sonrisa de efímera felicidad cuando suena. Eso sí, el final suena como si estuvésemos salieron de la anterior estación de trenes.
Y es que todos los temas están entrelazados.
La parte quinta y última, subtitulada The Last Rumba, pues la verdad es que suena a eso, a una rumba.
Sinceramente sobra. Suena a teclado de el gitano con la cabra y aunque la melodía no es fea, pues como que desentona.
No será el mejor disco de este señor, que tiene una extensa obra, pero a mí es un disco que me sigue gustando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario