Estos chicos, apadrinados y producidos por Juan Pardo, grabaron dos discos el mismo año.
Fue en el 74 y este fue su segundo trabajo.
Si con el primero había conquistado las pistas de baile con Jíbaro y con ello adquirieron una reputación dentro del panorama muscial estatal, con este segundo no tuvieron tanto éxito.
Su imagen un tanto Gay Power no estaba nada bien vista por la España tardo franquista, que sólo en apariencia y de cara al exterior era aperturista.
La fórmula fue la misma que en su debut. Dosis de Latin Funk, mezclado con Soul y sonidos provenientes del otro continente.
En los temas también mezclaban temas propios, con ajenos y tradicionales.
El tema Samba Samba es seguramente conocido por muchos. Versionada hasta la saciedad y también seguramente más asociada a la música brasileña.
La verdad es que en la vesión original contiene muchos más aditivos y argumentos que en versiones más verbeneras y deplorables.
La versión del clásico de los Doors Light My Fire francamente está bien. Puede recordar a la de José Feliciano, pero tiene dosis Soul muy acertadas.
El clásico tradicional A Caballo en clavo Latin Funk esta hecha para que se baile.
Al igual que Chévere o las diferentes parte de Carnavalito.
Hay algo que para mi demuestra que los temas iban destinados al baile y para las discotecas de aquellos años. Y es que los temas son extensos. Sobrepasan en general los cinco minutos llegando a los nueve en uno de ellos.
La producción de Juan Pardo es francamente buena, así como el concepto del disco, que francamente me parece moderno para la época (temas unidos, algunos cuasi/remezclas de otros con distinto nombre, aplausos al final de algunos temas como si fuera directo).
No supera a Angeles y Demonios, pero este disco es de esos productos que a uno le gusta escuchar, al mismo tiempo que piensa como pudo haber un grupo así por estos lares.
Fue en el 74 y este fue su segundo trabajo.
Si con el primero había conquistado las pistas de baile con Jíbaro y con ello adquirieron una reputación dentro del panorama muscial estatal, con este segundo no tuvieron tanto éxito.
Su imagen un tanto Gay Power no estaba nada bien vista por la España tardo franquista, que sólo en apariencia y de cara al exterior era aperturista.
La fórmula fue la misma que en su debut. Dosis de Latin Funk, mezclado con Soul y sonidos provenientes del otro continente.
En los temas también mezclaban temas propios, con ajenos y tradicionales.
El tema Samba Samba es seguramente conocido por muchos. Versionada hasta la saciedad y también seguramente más asociada a la música brasileña.
La verdad es que en la vesión original contiene muchos más aditivos y argumentos que en versiones más verbeneras y deplorables.
La versión del clásico de los Doors Light My Fire francamente está bien. Puede recordar a la de José Feliciano, pero tiene dosis Soul muy acertadas.
El clásico tradicional A Caballo en clavo Latin Funk esta hecha para que se baile.
Al igual que Chévere o las diferentes parte de Carnavalito.
Hay algo que para mi demuestra que los temas iban destinados al baile y para las discotecas de aquellos años. Y es que los temas son extensos. Sobrepasan en general los cinco minutos llegando a los nueve en uno de ellos.
La producción de Juan Pardo es francamente buena, así como el concepto del disco, que francamente me parece moderno para la época (temas unidos, algunos cuasi/remezclas de otros con distinto nombre, aplausos al final de algunos temas como si fuera directo).
No supera a Angeles y Demonios, pero este disco es de esos productos que a uno le gusta escuchar, al mismo tiempo que piensa como pudo haber un grupo así por estos lares.
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