En 1988, el músico francés editó este trabajo que personalmente es de los que más me gusta.
Realmente puede que fuera en este disco donde se aparte más claramente, aunque no de forma definitiva, de los sonidos más electrónicos ambientales y clásicos.
Algo ya había hecho en Zoolook, pero aquí es realmente más evidente.
El disco es seguramente es de los menos homogéneos que ha hecho en toda su dilatada carrera.
Revolutions cuando con la suite Revolution Industriaelle dividida en cinco partes.
El sonido es propio de los 80. Puede que suene ahora un poco sobreproducido, pero también los temas ganan en fuerza en muchos casos.
Un homenaje a la revolución industrial donde el Fairlight tiene mucho protagonismo. Los sonidos semi-industriales estaban de moda por aquel entonces.
Cualquiera de las partes suena de maravilla. Potentes, con fuerza y con melodías reconocibles del músico.
Sólo hay un pero y muy grande. Si hubiese terminado así la primera cara estaría fenomenal. Pero no sé porque metieron London Kids, un excelente tema donde el guitarrista de The Shadows, Hank Marvin, deja su maestría con la guitarra, aunque indudablemente no tiene conexión ninguna con los temas anteriores.
Pero aparte de eso, (si hubiese estado en la cara b, mucho más heterogéna, sería mejor).
La cara b empieza de forma fulgurante con la espectacular Revolutions. Un tema que me sigue fascinando. Programaciones buenísimas, rítmica potente, vocoders de antaño, melodías arábigas........
Impresionante. Eso sí, mejor la versión original que la remasterizada años después.
Tokio Kid es realmente un tema muy bueno. La bases siguen sonando actuales, al igual que los sintes de fondo. Sólo la melodía sea la menos actual.
Y para mí el disco contiene este delicioso y precioso tema que es Computer Weekend. Realmente consigue el objetivo. Pensar que estás un fin de semana en un paraiso bañado por aguas cristalinas. Computerizado o no es lo mismo. Es mares de plástico y hologramas da igual.
Será la más cursi y facilona de todas, pero a mí esa melodía me parece mágica.
September es también una bonita canción con unos coros un tanto infantiles pero efectivos.
Reminiscencias caribeñas bajo los circuitos y na estupenda voz femenina en clave soul.
El Emigrant es realmente el tema que debería estar al final de la cara A en vez de la B. El tema que se acerca más a lo que había hecho Jarre anteriormente. Aunque aquí el sonido es más denso, más intenso.
Una melodía a modo himno que queda queda bien como despedida del disco. Aunque siga pensando lo mismo que dije un poco más arriba.
Un disco que me sigue gustando mucho. No será el mejor pero para mí es de los que más me gustan.
Realmente puede que fuera en este disco donde se aparte más claramente, aunque no de forma definitiva, de los sonidos más electrónicos ambientales y clásicos.
Algo ya había hecho en Zoolook, pero aquí es realmente más evidente.
El disco es seguramente es de los menos homogéneos que ha hecho en toda su dilatada carrera.
Revolutions cuando con la suite Revolution Industriaelle dividida en cinco partes.
El sonido es propio de los 80. Puede que suene ahora un poco sobreproducido, pero también los temas ganan en fuerza en muchos casos.
Un homenaje a la revolución industrial donde el Fairlight tiene mucho protagonismo. Los sonidos semi-industriales estaban de moda por aquel entonces.
Cualquiera de las partes suena de maravilla. Potentes, con fuerza y con melodías reconocibles del músico.
Sólo hay un pero y muy grande. Si hubiese terminado así la primera cara estaría fenomenal. Pero no sé porque metieron London Kids, un excelente tema donde el guitarrista de The Shadows, Hank Marvin, deja su maestría con la guitarra, aunque indudablemente no tiene conexión ninguna con los temas anteriores.
Pero aparte de eso, (si hubiese estado en la cara b, mucho más heterogéna, sería mejor).
La cara b empieza de forma fulgurante con la espectacular Revolutions. Un tema que me sigue fascinando. Programaciones buenísimas, rítmica potente, vocoders de antaño, melodías arábigas........
Impresionante. Eso sí, mejor la versión original que la remasterizada años después.
Tokio Kid es realmente un tema muy bueno. La bases siguen sonando actuales, al igual que los sintes de fondo. Sólo la melodía sea la menos actual.
Y para mí el disco contiene este delicioso y precioso tema que es Computer Weekend. Realmente consigue el objetivo. Pensar que estás un fin de semana en un paraiso bañado por aguas cristalinas. Computerizado o no es lo mismo. Es mares de plástico y hologramas da igual.
Será la más cursi y facilona de todas, pero a mí esa melodía me parece mágica.
September es también una bonita canción con unos coros un tanto infantiles pero efectivos.
Reminiscencias caribeñas bajo los circuitos y na estupenda voz femenina en clave soul.
El Emigrant es realmente el tema que debería estar al final de la cara A en vez de la B. El tema que se acerca más a lo que había hecho Jarre anteriormente. Aunque aquí el sonido es más denso, más intenso.
Una melodía a modo himno que queda queda bien como despedida del disco. Aunque siga pensando lo mismo que dije un poco más arriba.
Un disco que me sigue gustando mucho. No será el mejor pero para mí es de los que más me gustan.
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