No voy a descubrir nada nuevo si digo que Bill Evans es de los mejores pianistas que ha dado el Jazz.
Además de su virtuosismo está la capacidad de transmitir que tenía el música. Esta última es la faceta que más me gusta en los músicos.
Personalmente me parece muy bien que haya gente que sepa tocar un intrumentos de manera prodigiosa y que técnicamente sea una cosa fuera de serie, pero para mí lo importante es lo que transmita.
Este disco fue editado en el 59, una vez que Evans grabar con Miles Davis la obra maestra Kind Of Blue.
Acompañado de Scott LaFaro al bajo y Paul Motian a la batería hay más que sificiente.
Lo interesante es que Bill quería "democracia" en los intrumentos. No quería que el bajo estuviese supeditado al piano.
Y la verdad es que esa "democratización" se nota en todos los instrumentos, porque es cierto que tal vez el piano suene de manera más evidente, pero bajo y batería tienen un protagonismo y una participación fundamental para que el diso suene como suena.
Es un disco delicado. Con momentos de una emoción especial. Si bien es cierto que también hay momentos más rítmicos y bailables para la época.
No tengo nada más que decir que recomiendo este disco. Ideal para estas noches de frio e introspección.
Es curioso como el mundo del Jazz dejó piezas preciosas paa la música. Y también como muchos de esos músicos fundamentales estuvieron envueltos en drogas, alcohol y drepresiones.
Unos tal vez deban sufrir para dejarnos estupenda música.
Además de su virtuosismo está la capacidad de transmitir que tenía el música. Esta última es la faceta que más me gusta en los músicos.
Personalmente me parece muy bien que haya gente que sepa tocar un intrumentos de manera prodigiosa y que técnicamente sea una cosa fuera de serie, pero para mí lo importante es lo que transmita.
Este disco fue editado en el 59, una vez que Evans grabar con Miles Davis la obra maestra Kind Of Blue.
Acompañado de Scott LaFaro al bajo y Paul Motian a la batería hay más que sificiente.
Lo interesante es que Bill quería "democracia" en los intrumentos. No quería que el bajo estuviese supeditado al piano.
Y la verdad es que esa "democratización" se nota en todos los instrumentos, porque es cierto que tal vez el piano suene de manera más evidente, pero bajo y batería tienen un protagonismo y una participación fundamental para que el diso suene como suena.
Es un disco delicado. Con momentos de una emoción especial. Si bien es cierto que también hay momentos más rítmicos y bailables para la época.
No tengo nada más que decir que recomiendo este disco. Ideal para estas noches de frio e introspección.
Es curioso como el mundo del Jazz dejó piezas preciosas paa la música. Y también como muchos de esos músicos fundamentales estuvieron envueltos en drogas, alcohol y drepresiones.
Unos tal vez deban sufrir para dejarnos estupenda música.
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