Era el año 83 y el grupo Toto arrasó a nivel mundial con este tema que sonó en todos los medios de comunicación.
Fueron buenos tiempos para el grupo que se había formado con músicos de estudio y que ahora tenían el reconocimiento con este éxito.
El tema es simple y puro AOR delicado y con un ritmo candencioso y contagioso al mismo tiempo.
Ligeramente bailable y con la dosis de azúcar justa para no resultar empalagoso y si encantador. Consiguiendo que sea de esos temas que uno no le importa escuchar siempre que suena y que se le hace casi inebitable cantar el estribillo.
Un clásico de los ochenta y un habitual en las emisoras que rememoran esos años.
Fueron buenos tiempos para el grupo que se había formado con músicos de estudio y que ahora tenían el reconocimiento con este éxito.
El tema es simple y puro AOR delicado y con un ritmo candencioso y contagioso al mismo tiempo.
Ligeramente bailable y con la dosis de azúcar justa para no resultar empalagoso y si encantador. Consiguiendo que sea de esos temas que uno no le importa escuchar siempre que suena y que se le hace casi inebitable cantar el estribillo.
Un clásico de los ochenta y un habitual en las emisoras que rememoran esos años.
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