Casi al mismo tiempo que el proyecto Viktor De Vektor, otro de esos proyectos de Victor Rozalen, en este caso Fibra, sacaba un EP de cinco temas.
Fibra es pura "fibra" pero de electrónica áspera, experimental y, en ciertos momentos, industrial pero de baja frecuencia.
No se re romperán los oidos, pero si que te los va a inquietar desde el primer segundo que le des al play de tu reproductor.
Que quede claro que con la experiencia de Fibra en el campo electrónico, no estira los temas hasta un minutaje insoportable o cansino. Todo lo contrario.
Todo lo concentra en apenas cuatro minutos. Más que suficiente para que escuches el disco seguido y que logre que entres en ese trance meditativo y espacial, como suelo describir estos sonidos.
No sé explicarme mejor, lo digo siempre. Pero es que la mejor manera de entender lo que quiero decir es escucharlo.
Gracias a esos ritmos secos y precisos. Gracias a esos ruidos electrónicos, y gracias a esas voces que parece que llegan de otros universos paralelos, es cuando Fibra consigue que conectes con un universo paralelo. Frío y cortocircuitado, pero que hace que quieras formar parte de ese universo, aunque sea en forma de circuito integrado.
Lo que es bello o no, sólo depende del punto de vista de cada uno.
Una escultura puede ser bella y nos produce placer verla, aunque en el fondo no deje de ser un trozo de piedra fria esculpida con herramientas frias.
El ruido, el frío electrónico también puede generar belleza.