Una cosa está clara. El que pega primero, pega dos veces.
Y si no, a este disco me remito.
Antes de que la palabra Chill Out se convirtiera en un batiburrillo despreciable, en el cual podías encontrar a The Orb con Bach, y también con el Raphael más melódico, los chicos de KLF fueron los primeros en sacar un disco con ese nombre, acuñando un estilo.
De lo dicho antes no creáis que detesto el Chill Out. No es eso. Simplemente que, como suele ocurrir siempre, de ser un estilo muy decente y con grandes temas, después se fue deteriorando dicho nombre por parte de las discográficas, metiendo una cantidad de músicas que nada tenían que ver con él.
Chill Out o Ambiente, que para el caso que nos ocupa es el mismo.
La portada ya invita al descanso horizontal. día primaveral en el campo y las ovejitas acostadas tomándose un respiro ente comida y comida.
El interior nos propone un viaje, un recorrido manso y sin sobresaltos. Ideal para que tus neuronas se tomen unos momentos de relax. Y también tu cuerpo.
Como era ya típico de KLF, todo es susceptible de ser sampleado. Así Elvis Presley o Fleetwood Mac puede aparecer aquí en cualquier momento, rodeados de sonidos espaciales y voces grabadas procedentes de cualquier lugar.
Y ciertamente el disco sin pausa es un auténtico remanso de paz.
Editado en el año 90, se anticipó a muchos y también llegó en el momento adecuado. Cuando después de las raves y de los ritmos electrónicos sin pausa dejaban el cuerpo extenuado, los locales habilitaron lugares para poder descansar.
Era en esos momentos cuando se pinchaba este tipo de música que tuvo un gran recibimiento.
Y poco a poco se empezó a reconocer este trabajo, que me parece realmente soberbio y que cumple a la perfección su cometido.
Sonidos de campo, del mar, pajarillos cantando y revoloteando. Casí cualquier sonido puede aparecer en este disco. Disco que por cierto hicieron de una manera relativamente fácil. A modo de una jam session.
No volvieron a hacer nada parecido. Pero tampoco hizo falta.
Dejaron un disco que está sin duda entre los mejores discos de los 90, y un algo más.
Y si no, a este disco me remito.
Antes de que la palabra Chill Out se convirtiera en un batiburrillo despreciable, en el cual podías encontrar a The Orb con Bach, y también con el Raphael más melódico, los chicos de KLF fueron los primeros en sacar un disco con ese nombre, acuñando un estilo.
De lo dicho antes no creáis que detesto el Chill Out. No es eso. Simplemente que, como suele ocurrir siempre, de ser un estilo muy decente y con grandes temas, después se fue deteriorando dicho nombre por parte de las discográficas, metiendo una cantidad de músicas que nada tenían que ver con él.
Chill Out o Ambiente, que para el caso que nos ocupa es el mismo.
La portada ya invita al descanso horizontal. día primaveral en el campo y las ovejitas acostadas tomándose un respiro ente comida y comida.
El interior nos propone un viaje, un recorrido manso y sin sobresaltos. Ideal para que tus neuronas se tomen unos momentos de relax. Y también tu cuerpo.
Como era ya típico de KLF, todo es susceptible de ser sampleado. Así Elvis Presley o Fleetwood Mac puede aparecer aquí en cualquier momento, rodeados de sonidos espaciales y voces grabadas procedentes de cualquier lugar.
Y ciertamente el disco sin pausa es un auténtico remanso de paz.
Editado en el año 90, se anticipó a muchos y también llegó en el momento adecuado. Cuando después de las raves y de los ritmos electrónicos sin pausa dejaban el cuerpo extenuado, los locales habilitaron lugares para poder descansar.
Era en esos momentos cuando se pinchaba este tipo de música que tuvo un gran recibimiento.
Y poco a poco se empezó a reconocer este trabajo, que me parece realmente soberbio y que cumple a la perfección su cometido.
Sonidos de campo, del mar, pajarillos cantando y revoloteando. Casí cualquier sonido puede aparecer en este disco. Disco que por cierto hicieron de una manera relativamente fácil. A modo de una jam session.
No volvieron a hacer nada parecido. Pero tampoco hizo falta.
Dejaron un disco que está sin duda entre los mejores discos de los 90, y un algo más.