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sábado, 1 de febrero de 2014

DANCEDELUX - SO DENS DE LUX

Segunda entrega anual de la revista Dancelux, que nos ofrecía lo que estaba de moda por aquel 1997.
El Techno de los 90 para bailar estaba en auge. Los franceses como Laurent Garnier o Etienne de Crecy brillaban con luz propia.
El primero era Dj, casi un sacerdote en las discotecas, pero también componía, y no lo hacía mal.
Las melodías casi no existían en los tema, o más bien no existían. El ritmo era lo principal y las secuencias de sonidos se repetían casi hasta la extenuación. Lo cual quiere decir que los temas eran de bastante minutaje.
También estan aquí As One o Motorbass como muestra de su saber hacer.
Los temas Techno (ya con la ch) son mayoría abrumadora en este recopilatorio. Los 190 BPM o más empezaban su andadura. Algo que ahora está ya asimilado, a mediados de los 90 resultaba para algunos demasiada velocidad.
Aunque hay momentos para una pieza de Breakbeat, aquí bien facturado, pero un subgénero electrónico que se me antoja como algo palurdo y borrego del Techno. Ritmos rotos sin más, un tanto sin sentido y para las fiestas más multitudinarias, que como pasa siempre, se cuelan los que no tienen ni puta idea de lo que van a escuchar, si les ponen Manolo Escobar y pinchara Bisbal, pues de puta madre, que uno ya va colocao y ¡Qué más me da!, si yo, ¡Hasta la música del telediario oiga!
Para el que lo escuche, puede poner más etiquetas, tal vez un poquito de Bleep Techno o Jungle, pero muy poco.
A partir de aquí, la música electrónica empezó a ser de masas, (con lo que ello conlleva, es decir, mucho malo y poco bueno) , lo que supuso que muchos medios comenzaran a mirarla como algo a tener en cuenta, al igual que los festivales, donde músicos y Dj tenían un espacio propio, como el Rock, el Indie, etc.
Se creo todo un universo a través de estos sonidos, que con el paso de los años y de las modas, ocupa un lugar como cualquier otro género.
Sin embargo, con todo, la electrónica (con géneros, subgéneros, etc) de los 90, y si me apuras de finales de los 80, fue un continuo goteo de los sonidos más excitantes y novedosos de finales del siglo XX, pues era el único que avanzaba de una manera extraordinaria y no parecía tener límites.

viernes, 9 de noviembre de 2012

THE SHAMEN - BOSS DRUM

Otro de esos grupos que contarán con su minuto de gloria en las páginas de los 90 por el bombazo en toda Europa, en plena fiebre Acid House, con su tema Ebeneezer Goode.
El grupo como tal empezó su andadura a finales de los ochenta, no orientado a la electrónica, aunque poco a poco, y con salida y entrada de componentes, su sonido se fue definiendo.
En el Lp del 92, que incluía el citado hit, tiene otro exito también como fue L.S.I (Love, Sex, Intelligent).
En todo momento el disco se mueve por los parámetros del Acid House, aunque hay momentos con toques Trance y otros con toques de electrónica más ambiental.
Las voces en muchos temas son rapeos que los acerca al Eurobeat al estilo de unos Technotronic más tecnológicos, aunque cuando predomina la voz femenina tiene un toque muy House.
No hay trampa ni cartón, los juegos de palabras en los títulos, los ritmos y programaciones con muchos BMP, estaban destinadas a las fiestas Rave y Acid que estaban tan de moda por aquel entonces.
Sonido gamberro no sin cierto aire en la producción de buscar algo de elegancia.
No podemos ser puristas y descartar por sistema los sonidos electrónicos que se produjeron en la década de los 90.
Aparecieron, bajo mi punto de vista, más etiquetas que estilos, pero todo iba muy rápido, como si los medios especializados estuvieran expectantes para poner una etiqueta antes que los demás.
Yo a los 90 le llamo "segunda era electrónica". Fue realmente cuando los sonidos electrónicos consiguieron su propio espacio y fue aceptada e incluso abrazada por los músicos más escepticos para dar una salida a su estancada carrera. También fue cuando la electrónica, se "globalizó", es decir, se mezcló con estilos con los que antes sería impensable y evitó caer en la "endogamia", lo cual hizo que tuviera una década con muy buena salud, hasta empezar el nuevo milenio que, desde entonces, ya se ha estancado como cualquier otro estilo. Y como en todas las épocas hubo cosas buenas y malas. No todo era "Chunga Chunga de baratillo".
Es un disco al que hay que darle un repaso para ver la pulsación de los 90.