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sábado, 11 de agosto de 2018

ENYA - SHEPHERD MOONS

Enya repite en el 91 la fórmula que le dio éxito a nivel mundial con su anterior disco Watermark.
Es decir, música con sabor a tradición, mezclada con capas de sintetizadores cercanas a la New Age y voces ensoñadoras.
La fórmula consigue otra vez los resultados esperados y vuelve a tener un gran éxito.
Muchos, yo entre ellos, decimos que la irlandesa siempre ha repetido la fórmula una y otra vez sin salirse del guion
Y es cierto.
Pero personalmente no me importa nada.
Sus melodías son ensoñadoras, ideales para cuentos de Navidad, historias medievales y momentos de intimidad.
Así que a mi me vale. Me sigue pareciendo estupendo este disco que nos regala momentos preciosos como Caribbean Blue, Angeles o la sencilla instrumental No Holly For Miss Quim que no por ser sencilla deja de sonar a gloria.
Todo estos temas en su cara A.
En la cara b tampoco podemos olvidarnos de la sensacional y emotiva Book Of Days  o Marble Halls
Un disco que francamente es delicioso de principio a fin y que creo que debe escucharse en determinados momentos para poder empaparnos de él.

domingo, 5 de abril de 2015

ENYA - THE CELTS

La música de este disco se utilizó para un documental de la BBC titulado The Celts.
El disco realmente empezó a ser conocido pasado un tiempo. Más concretamente, después de que Enya arrasara con su disco Watermark.
Aquí hay no hay nada nuevo bajo el sol conocido de la cantante.
Composiciones angelicales, etéreas, preciosas y de las que hacen aflorar belleza y melancolía indistintamente.
I Want Tomorrow eriza los cabellos.
Aldebarán te hace que disfrutes de una travesía por el espacio y te llegues a preguntar porque nuestros antepasados tenían a la estrella como algo único y especial.
The Celts, el tema, te hace que te sientas guerrero de batallas épicas e inolvidables.
Y es que el mundo de Enya es un viaje contínuo de emociones y sensaciones que lo que otros suena pastelero y vomi
tivo, ella lo convierte en algo mágico.
Sonidos celtas, New Age, música etérea y si me apuras, fuera del tiempo y del espacio.
Me da igual que la cantante y músico vendiera como churros. Sus tres primeros disco me encantan.
O no crees que Deireadh An Tuath es perfecta para una ceremonia mística de druidas mientras llega el solsticio de verano?
Pues eso. 
Entiendo que muchos que no pertenecen a esta mi Galicia, llena de Mitos y leyendas Celtas, esto les suene un poco lejano. 
No los culpo. Y tampoco digo que lo nuestro sea mejor, especial o único. Simplemente es distinto.
Y es por eso que sonidos como los de Enya son más que aptos para unirse con la naturaleza. Para abrazar los centenarios Carballos (Robles). Para unirse con el cosmos durante unos instantes inmensos de placer. Para darte unos momentos de intimidad.
Un poco sensible me hallo. 
Sorry!

lunes, 29 de julio de 2013

ENYA - WATERMARK

Enya había estado en el grupo de Folk Celta irlandes Clannad antes de aventurarse en solitario.
Con este segundo álbum, la artista alcanzó la fama mundial en el año 88.
Una prima mía me dijo que lo escuchara.
No me fiaba yo mucho, pero por escucharlo nunca se pierde nada.
Y desde el primer tema el disco me atrapó y durante mucho tiempo fue un disco que ponía una y otra vez.
Voy a irme un poco de fanfarrón, pero llevaba ventaja con respecto a mucho gente en cuanto a todo lo relacionado con el sonido y las canciones.
Los sonidos Celtas me eran familiares porque por estos lares había muchos grupos que los practicaban desde hacía años, pero es que mi hermano era un fanático de dichos sonidos. Así que ciertas melodías y atmósferas ya no me eran ajenas.
Pero eso no impidió que me atrapase como dije anteriormente.
Su melodías ensoñadoras, sus teclados creando atmósferas impresionantes, su voz (procesada miles de veces) creaban coros angelicales que me evocaban a las películas y libros de fantasía y épica
(El señor de los Anillos, Willow, libros de Dragonlance, et,etc,), algo que me fascina.
Un disco que me servía para soñar, para evadirme de lo que había a mi alrededor y sobre todo, vivir mi vida épica y de caballero en un mundo de fantasía que, por supuesto, después de sudor y lágrimas, siempre salía victorioso.
Mundos de guerreros y de princesas. Mundos imaginarios. En definitiva, mundos que gracias a este disco yo me podía montar y ser feliz.
Después de lanzar el rollazo sentimentaloide, diré que para mi gusto en el disco no sobra nada, y a pesar de todo lo que he dicho antes, podría decirse que es música para Adultos. AONA (Adult Oriented New Age).
Tal vez la New Age nunca se acercó al público de forma tan masiva como con este trabajo.
No es la New Age un estilo electrónico que escuche mucho, pero como en cualquier otro, siempre se van a encontrar trabajos y grupos que te van a gustar.
 Y lo bueno que tienen los trabajos de Enya es que si te gusta uno, seguro que el resto también te van a gustar en mayor o menor medida, ya que su sonido prácticamente  ha seguido invariable a lo largo de toda su carrera.
Yo se lo agradezco, no vaya a ser que se decante por hacer una versión Techno-Chochy-bacaladera y
¡La cagamos tía Paca!