El trio de músicos estuvo en noviembre de 1965 en la capital Sueca para hacer un, o unos, conciertos.
Hay que dejar bastante claro que el Jazz, sobre todo en aquellos años 50 y 60, siempre fue más apreciado y respetado En Europa que en resto del planeta, por ende, los músicos de Jazz estaban también eran más respetados.
Pocos meses después, y ya en el 66, el sello Blue Note edita en dos voúmenes independientes esos conciertos.
Cuando uno empieza a escuchar el disco ya parece que si que forma parte de ese concierto. Parece que está allí, esuchando tres músicos como la copa de un pino. Un Ornette que se propuso saltar los límites del Jazz, y se puede comprobar que lo consigue a lo largo de la historia y de qué manera, quedando así como entre los mejores de la historia.
El Free Jazz que aquí se desprende es alucinante para neófitos como yo enla materia. Te mantiene en un estado de alerta, pendiente de lo que va a sonar en cada nota, en cada minuto, en cada intrumento.
La capacidad de compenetración es ya incrible y los temas, bajo mi modesto punto de vista, son cuatro joyitas en mayor o menor medida.
Cuatro temas largos, extensos, donde los músicos pueden dar rienda suelta a su imaginación. Donde no hay límites. Donde la trompeta tiene protagonismo principial pero no intenta acaparar todo el espacio. Donde bajo y batería se complementan de forma increible. Y cuando interviene el violín tampoco tiene desperdicio.
En fin. Para mi un auténtico discazo.