Una canción con un gran sabor a Reggae y con una estupenda voz por parte del francés Bernie que destilaba más Soul que cualquier otro estilo.
La verdad es que es de esos temas que te olvidas por completo pero que salta un resorte cuando la vuelves a escuchar. Y eso es precisamente lo que me ocurrió a mi cuando me vino en un lote de discos que me regalaron.
La cara b, White Fish, tampoco está nada mal. Sigue los mismos patrones y tal vez resulte más alegre si se quiere.
De estos singles que aparecen en tu vida por casualidad pero que lo agradeces mucho.