Sam & Valley era un duo nipón que editaron su primer disco en el año 97.
Podríamos decir que usaban la tecnología con propósitos un tanto artys y naif, pues su sonido era un poco inclasificable.
Temas como Horn Cattle, donde podemos encontrar múgidos de vacas o la "cabaretera galáctica" pudding & Pie contrastan con la "EBM casera" Platform Happy.
También nos podemos encontrar con la mastodóntica Handkerchief, (18 minutos), con sonido Synth Punk desbocado, con Crash You Out y su sonido Synth Pop con melodías casi infantiles y que dura poco más de un minuto.
Diddle, Diddle que parece dirigida a un anuncio de Tv para jóvenes.
Ichi, Ni, San, Shi, go (del uno al cinco en japonés) es una preciosa canción con todo el espítitu naif e inocente. Una gozadita.
Todo parece hecho por un grupo de jóvenes con el único afán de pasar un gran rato.
El uso de aparatos electrónica semeja más un medio que un fin, pues el uso de la tecnología les ayuda mejor que cualquier otro medio a expresarse.
Un disco fresco, alegre y que debe de oirse como algo distinto, desenfadado y apto para no comerse la cabeza.
Podríamos decir que usaban la tecnología con propósitos un tanto artys y naif, pues su sonido era un poco inclasificable.
Temas como Horn Cattle, donde podemos encontrar múgidos de vacas o la "cabaretera galáctica" pudding & Pie contrastan con la "EBM casera" Platform Happy.
También nos podemos encontrar con la mastodóntica Handkerchief, (18 minutos), con sonido Synth Punk desbocado, con Crash You Out y su sonido Synth Pop con melodías casi infantiles y que dura poco más de un minuto.
Diddle, Diddle que parece dirigida a un anuncio de Tv para jóvenes.
Ichi, Ni, San, Shi, go (del uno al cinco en japonés) es una preciosa canción con todo el espítitu naif e inocente. Una gozadita.
Todo parece hecho por un grupo de jóvenes con el único afán de pasar un gran rato.
El uso de aparatos electrónica semeja más un medio que un fin, pues el uso de la tecnología les ayuda mejor que cualquier otro medio a expresarse.
Un disco fresco, alegre y que debe de oirse como algo distinto, desenfadado y apto para no comerse la cabeza.