Ese Synth Pop con una producción "gruesa", un tanto sobrecargada típica de mediados de los 80 y que vuelve a estar en cierta forma de moda. Esos medios tiempo excelentes con voces con eco y que lo convierte todo en un poco más étereo y ensoñador.
Y claro está, buenos temas. Que todo lo anterior ayuda, pero no llega.
El disco es un bálsamo de emociones placenteras. Triste si quieres. Ideal para bailar con una luz tenue o escuchar tranquilamente en el sofá mientras empieza el atardecer.
Momory Emotion no supera a Innerworld pero puede que sólo porque el factor sorpresa ya no existe, pero podría haber sido un disco doble en su momento y a nadie le extrañaría.
Porque como digo siempre, si la fórmula sigue funcionando, sigue siendo exquisita y no cansa, sino que te sigue gustando, Para qué cambiarla?
The Life, On My Owm, Arawa, Though The Same Eyes o incluso la más "acelerada" Higher con perfectas píldoras de Synth Pop que cautivan a la primera.
Un disfrute para los oidos. Delicadeza electrónica.