Las razones eran bastante obvias. Los sonidos electrónicos e instrumentales que desplegaba el álbum aún no era cosa normal en aquel 1976, al igual que tampoco estaba asimilado por la mayoría de la gente.
El caso es que Jean Michel en este su tercer álbum logró cuotas de popularidad y de éxito poco conocidas en el mundillo de los sonidos totalmente electrónicos.
Los sonidos ambientales y espaciales que tiene el disco son francamente cautivadores y efectivos.
Oxígeno se divide en seis partes.
Seguramente en todos estos años más o menos todos los temas no serán conocidos porque han servido como cabeceras de programas de radio, también de sonido de fondo de imágenes en tv, etc.
Tal vez sea su trabajo más claramente descriptivo y también, porque no decirlo, el más "apocalíptico".
Ya la portada, también apocalíptica y descriptiva, nos avisaba en la década de los 70 pasada.
Debemos cuidad el planeta.
Oxígene IV su single y el tema que lo hizo salta a la fama es una delicia para los oidos y de la cual estoy enamorado desque que tenía 10 años.
Melodías tranquilas, sintes flotantes, esas cajas de ritmos apacibles y delicadas. Inmaculada.
También Oxígene II tuvo su repercusión pero en su versión más corta que salío como single.
Las pautas son las mismas que la parte cuarta.
Y la parte Oxigene V con sus más de diez minutos es conocida por muchos después del minuto cinco.
De aquí ya pasó a la fama mundial y definitiva que aún le perduda. Con sus altos y bajos como cualquiera con una dilatada carrera como es el caso del francés.
Electrónica sí, experimental no. Electrónica ambiental, espacial si se quiere.
Una gozada y un clásico dentro de la electrónica.
