Hay varias variaciones de las portadas dependiendo del sello y del año en que se haya reeditado.
Yo puse ésta que es la que tengo. Una reedición que incluye un tema más de las sesiones originales de grabación.
Como dije en la anterior entrada no soy experto en el mundo del Jazz.
Lo reitero, porque estas grabaciones esta DMM, es decir, Digital Metal Mastering, una técnica que muchos entendidos en la materia dicen que se pierde la calidad original de la grabación.
No lo sé, y no lo discuto. Sólo puede decir que a mí este disco, técnicamente hablando, me suena a las mil maravillas.
Claro que nunca he podido escuchar en mi plato el disco original, que es de 1957.
Fuera de eso, nos encontramos ante el primer trabajo de Coltrane con su nombre en la portada.
John Coltrane me gusta. Los discos que tengo de este músico me hacen disfrutar de su música.
La forma de tocar, esa pasión que transcurre por cada tema, esa técnica de todos los músicos que estaban presentes. Todo hace que mi gusto por este músico vaya en aumento.
Es más, las improvisaciones que muchas veces aparecen durante los temas, debido a la calidad de los músicos, da la sensación de que estaban previamente escritos en un pentagrama.
John Coltrane no es uno de los músicos del Jazz moderno por casualidad.
Como tantos otros en aquella época, rompieron moldes e intentaron buscar nuevas vías para expresarse y que el Jazz no se quedara encorsetado.
Padre del Free Jazz, merecidamente otorgado por lo que he oido de él hasta la fecha, Coltrane siempre estuvo en la búsqueda y el vanguardia.
Este disco era un comienzo, pero un comienzo esperanzador y fantástico.
Temas como Bakai o While My Lady Sleeps demuestran la versatilidad de un músico que ya está en la historia del género.
Yo puse ésta que es la que tengo. Una reedición que incluye un tema más de las sesiones originales de grabación.
Como dije en la anterior entrada no soy experto en el mundo del Jazz.
Lo reitero, porque estas grabaciones esta DMM, es decir, Digital Metal Mastering, una técnica que muchos entendidos en la materia dicen que se pierde la calidad original de la grabación.
No lo sé, y no lo discuto. Sólo puede decir que a mí este disco, técnicamente hablando, me suena a las mil maravillas.
Claro que nunca he podido escuchar en mi plato el disco original, que es de 1957.
Fuera de eso, nos encontramos ante el primer trabajo de Coltrane con su nombre en la portada.
John Coltrane me gusta. Los discos que tengo de este músico me hacen disfrutar de su música.
La forma de tocar, esa pasión que transcurre por cada tema, esa técnica de todos los músicos que estaban presentes. Todo hace que mi gusto por este músico vaya en aumento.
Es más, las improvisaciones que muchas veces aparecen durante los temas, debido a la calidad de los músicos, da la sensación de que estaban previamente escritos en un pentagrama.
John Coltrane no es uno de los músicos del Jazz moderno por casualidad.
Como tantos otros en aquella época, rompieron moldes e intentaron buscar nuevas vías para expresarse y que el Jazz no se quedara encorsetado.
Padre del Free Jazz, merecidamente otorgado por lo que he oido de él hasta la fecha, Coltrane siempre estuvo en la búsqueda y el vanguardia.
Este disco era un comienzo, pero un comienzo esperanzador y fantástico.
Temas como Bakai o While My Lady Sleeps demuestran la versatilidad de un músico que ya está en la historia del género.