domingo, 7 de octubre de 2012

TINO CASAL - NEOCASAL

Cuando hablamos de sonido New Romantic en España, es casi inevitable que no se nos venga a la cabeza la imágen y la música de Tino Casal.
El desaparecido Tino, no era nuevo en esto de la música cuando sacó este Lp, ya había estado anteriormente en Los Archiduques y también había editado singles como cantante solista, que por dictados de las discográficas se aproximaba a gente como Camilo Sesto, Juan Bau o Nino Bravo por poner tres ejemplos.
Llegó a quedar segundo en el Festival de Benidorm, algo que cuando sucedió (en el 78) era muy importante para darse a conocer y conseguir popularidad.

A pesar de todo, Casal se desligó de su casa de discos, que era Philips y se fue a cultivar su faceta de pintor a Londres, donde el Glam Rock estaba en apogeo, y que supuso que el músico quisiera pegar un viraje a su sonido.
En el 81 y de la mano del productor Julián Ruiz, Casal saca este primer Lp que se me antoja no sólo un gran disco hecho en el estado Español, sino que creo que es el más completo de toda su discografía.
En este disco no sólo hay estética, que la hay a raudales, y que por culpa de ella, muchos no quisieron ver lo que había en los surcos. Y peor para ellos porque se lo perdieron.
Pero aparte de estética hay un gran conjunto de canciones como pueden ser la famosa y conocida Champú de Huevo (dedicada a su amigo Fabio Macnamara), Billy Boy, Stupid Boy, Tokio, o las estupendas versiones que hizo como Life on Mars de David Bowie o Blanca Estancia de Jack Bruce.
Sonido New Romantic por todos los surcos, Tecno Pop español durante muchos momentos y posos de Glam recorren un disco que no tiene desperdicio.
No sólo eso, sino que la producción de Julian Ruiz es magnífica, de lo mejor que le he escuchado nunca, sino la mejor.
Cada sonido, cada instrumenteo lo puedes escuchar con claridad meridiana y después en conjunto se ensamblan a la perfección.
Artista tan completo era Casal, que él mismo hizo el diseño y la portada del disco. Y también creo que es exquisita. Muy de su tiempo sí, pero elegante y estética.
Repito, que su estética le deparó muchos detractores sin escuchar su música, (la cual él componía), pero también  su voz un tanto amanerada no le ayudó mucho en un país que no estaba preparado, y áun hoy muchas veces no lo está, para sonidos modernos o que estaban fuera de los parámetros que algunos consideraban  de cómo debía de ser la música.
Dos de mis joyitas perdidas aquí son Tokyo y Blanca Estancia.
La primera un Tecno Pop moderno y robusto que ahora puede sonar desfasado y muy de la época, y seguro que así es, pero me sigue pareciendo encantadora.
Blanca Estancia me parece una versión que me gusta mucho más que la original, y que tiene una fuerza impresionante. Glam y un bajo cuasi Funk hacen una delicia sonora que me sigue pareciendo magistral.
Por desgracia, Casal ya no está entre nosotros.  Como no soy vidente, ni pretendo serlo, nunca sabremos que estaría haciendo ahora Casal de estar aquí.
Así que vamos a quedarnos con su legado que es mucho.