Han pasado ya unos meses desde su publicación, pero creo que por motivos que no vienen al caso, se merece una portada como si de algo reciente se tratase.
De este músico electrónico ya tuve oportunidad de hablar en una ocasión, cuando su sello Formes Diverses de Vida tuvo la amabilidad de acercarme un disco de él.
El disco salió el mes de abril, y podríamos decir que este disco de cinco temas extensos, es fruto del confinamiento. Mucho tiempo en casa, pero también tiempo de pensar, de tener nuevas sensaciones.
Es oscuro, intenso, te oprime, te mantiene en vilo. A un alto volumen podrías incluso tener alguna experiencia extracorpórea.
Hay algo que te encoge. Escasos minutos en el que puedes vislumbrar algo parecido a un haz de luz que te de cierta esperanza.
Hay experimentación, electrónica, sampleado, momentos ruidistas e incluso tiempo para ritmos digitales tribales que te sumergen más todavía en esos mundos que hay en una fosa marina.
Una experiencia que no es apta para todos. Pero una estupenda experiencia para todos aquellos que no nos importa probar y darle oportunidad a sonidos que en principio nos pueden resultar perturbadores.