Si ya no sé mucho de los estilos que más escucho, ya no os digo de Jazz. Género musical que estoy descubriendo desde hace unos años y que cada vez me va ganando más.
Unos dicen que te guste es cuestión de madurez, otros de que tienes cultura musical.
Yo simplemente creo que te gusta y ya está. Pienso que no hay que darle muchas vueltas.
¿Qué a lo mejor pues no se te ocurre poner esto con quince años?
Pues es muy probable.
Pero a mí se me ocurrió mucho más tarde, y a otros nunca.
Dicho todo esto, traigo esta obra maestra del género Jazzístico y de la música en general.
El disco que rompió moldes y, curiosamente, es el disco más vendido de Jazz de la historia.
Digo curiosamente, porque cuando alguien cambia los patrones establecidos, tarda mucho tiempo en ser entendido.
Miles Davis cambió el rumbo del Jazz y ya nada volvió a ser como antes.
El disco se grabo en el año 59 para el sello Columbia Records, en los estudios de la propia compañia y sólo se necesitaron 10 horas de grabación, repartidas en dos días.
Los músicos apenas tenían nociones de lo que iban a hacer, y Davis, antes de cada tema, le daba unas ligeras indicaciones de por donde querían que fueran las cosas.
Así que podemos decir que es un disco improvisado y que gracias a la maestría y el saber hacer de los músicos hicieron esta gran obra maestra.
No podemos olvidarnos de que aquí acompañaban a Davis otros maestros del género como John Coltranes (padre del Free Jazz) o Bill Evans (excepcional pianista).
Además estaban Julian "Canonball" Adderly, Paul Chambers, James Cobb y Wynton Kelly.
En definitiva, una superbanda de Jazz. Músicos curtidos estupendos, cada uno en su intrumento.
La parte técnica está muy bien, no cabe duda.
Pero esto son datos técnicos que están ahí.
Sin embargo, cuando me decidí a escuchar este disco, del cual había oído hablar mucho, mi sorpresa fue increible.
De esos discos que, no sabes bien porque, puede ser porque has leído que es una obra maestra, pero desde la primera nota sabes que estás delante de algo impresionante, algo que no te va a defraudar en ningún momento.
En definitiva, estás ante algo soberbio que suena bien hasta en Mp3.
Y así fue la primera vez que lo escuché. Pero cuando pude lo compré en Vinilo. Tuve suerte y salió hace cuatros años e un buen precio en una colección que respetaba el formato original y también el peso del vinilo de 180 gr. Y es que con el vinilo, el peso sí que importa y mucho.
Ya sé que soy un nostálgico del vinilo, pero es sensacional el sonido que emite amigos. Es más, creo que es como se debe de escuchar este disco.
Voy terminando, por supuesto recomendando el disco, independientemente de que te guste o no el Jazz. Eso es lo de menos cuando nos encontramos ante obras maestras de este calibre y calado.
Recomiendo su escucha tranquilamente, con unos buenos auriculares, y a poder ser por la noche con una tacita de café.
Ahí notarás todo su esplendor y los efectos terapéuticos que produce.
Como siempre me pregunto cuando escucho Jazz.
¿Cómo puede ser que estas grabaciones suenen de maravilla siendo de los años 50 y 60, con los medios que disponían? Que en muchos casos era más bien escasos.
Porque esto tiene 54 años y suena de maravilla. Y con las técnicas que hay ahora, hay veces que las producciones son unos truños insufribles.
Disfruta de una Joya de la música atemporal.