domingo, 18 de mayo de 2014

GURU JOSH - INFINITY

Guru Josh no cabe duda que pasará a la historia del Techno House y del Techno Trance por su temazo Infinity.
En ese mismo año 90 también editó su único Lp.
Un disco si bien no es un disco completo sus buenos temas, reflejando un momento concreto de la música Techno.
Como no podía ser de otro modo, para reforzar el álbum, aquí se encuentra el tema Infinity en su versión single.
El que fue su segundo single Whose Law (Is It Anyway) sigue la estela de Infínity, y suena muy bien, aunque no tiene el mismo gancho.
Tampoco está nada mal The Wanderer con sonido Trance que consigue sus momentos hipnóticos.
Las versiones de los clásicos Pop Corn y Louie, Louie a mi me parecen entretenidas. Seguro que a muchos les parecerá una manera más de destrozarlos.
Sin embargo yo las veo dentro del contexto del disco, el cual no estaba hecho más que para los clubs y las raves.
Y el resto de los temas no es que sean muy destacables. Se escuchan pero, visto con el paso de los años, repiten bastante los cliches del Techno House y del Techno Trance.
Y algo que si que me gustaría destacar en este disco es el tratamiento que en varios temas tienen los sintetizadores de bajos. Suenan profundos y demoledores, incluso suenan demasiado graves por momentos, pero refuerza mucho el resultado final.
No es un disco para recordar más allá de que refleja una época. Aunque sí que tiene sus temas aceptables.

RONI GRIFFITH - RONI GRIFFITH

Este disco no será conocido para muchos, puede que ni siquiera suscite interés alguno para el que esto lea, así como tampoco tendrá gana ninguna  por saber como suena este disco.
No los voy ni a juzgar ni a criticar poque supongo que a mi me pasaría también si no lo conociese.
Vaya por delante que es un disco al que le tengo mucho cariño. Un cariño tal vez desde la pura nostalgia, y puede ser por ello que aquí oiga cosas que no hay. Pero eso es lo de menos.
Lo bueno de la música es que nos transmite emociones  y nos retrotrae a momentos de nuestro pasado y que discos como éste forman parte de un momento de tu vida que vale la pena recordar con agrado.
Es curioso como descubrí este disco.
El caso es que un amigo y yo fuimos al primer concierto que Mecano dio en nuestra ciudad. Mecano sólo tenía un par de singles y un Lp detrás del brazo. Para mí sus mejores momentos. Ruby y Los Casinos iban de teloneros. Pero antes de que todo comenzase, estaban poniendo este disco una y otra vez.
Mi amigo y yo empezamos a oir sintetizadores por todos lados. Ritmos que se antojaban cibernéticos unas veces y otras puro Tecno Pop por otro. No teníamos aún claro el concepto de Disco Music o de High Energy.
El caso es que mi amigo bajó a preguntar que era lo que sonaba y le dijeron que era Roni Griffith. El tipo que estaba por allí tuvo que ir a mirar el nombre. Me da la sensación de que, al igual que nosotros, no tenía ni idea de quien era.
El caso es que mi amigo, con muchos más posibles que yo, se fue al día siguiente a la tienda de discos y lo compró.
Sus ocho temas nos encantaban. Eran bailables, sonaban muy sintéticos para nosotros. No necesitábamos nada más.
En la contraportada venían las palabras sintetizadores, programaciones y computadoras. ¡La releche!
Años después me fui enterando que detrás de todo esto estaba Bobby Orlando, productor y músico reconocido en la música Disco (creo que muy deudor de Moroder) y que Roni Griffith estuvo durante poco tiempo como miembro de las Coconuts de Kid Kreole.
Había editado previamente un par de temas que estuvieron en los charts americanos de música disco.
Este disco se editó en el 82, y la musica de Disco está patente durante todo el Lp, pero los temas están  hechos con toda la tecnología del momento, haciendo un producto más moderno para su momento y más atractivo para gente como yo que veía en los elementos electrónicos la salvación a todos los problemas de la música presente y futura. Cosas de la juventud.
Spys o Desire son dos jitazos demoledores. Pero también están Love Is The Drug, Heart Of The Line o (The Best Part Of) Breaking Up para que gastásemos pista. En este caso suelo, porque lo bailábamos en casa, pues este disco pasó totalmente desapercibido incluso en las discotecas.
Roni pronto dejó todo esto para dedicarso a causas cristianas y si no me he enterado mal ahora es fotógrafa con cierta reputación.
Ahora me da igual, lo que hizo en su momento, con Bobby Orlando, me llegó suficiente.
No pasará a la historia, no lo llevaría a una isla desierta, pero que me quiten lo bailado (y esta vez nunca mejor dicho).


CRYSTAL CASTLES - III

Crystal Castles editaron en 2012 su tercer trabajo con la opresión como tema central en el álbum.
Según la cantante la cantante Alice Glass es que desde su segundo disco, a mucha gente cercana a su alrededor le habían pasado situaciones malas y, si ya tenía poca fe en la humanidad, cada vez tenia menos. Además de pensar que para las victimas había cada día menos justicia.
Todo esto puede que esclarezca bastante el porqué el disco contiene temas más relajados y pausados, hay menos sonidos digitales abrasivos y también menos temas de Synth Pop inmediato.
Por ello nos encontramos con el disco de Crystal Castle más homogéneo, sin sobresaltos entre tema y tema como nos tenían anteriormente acostumbrados.
Y que nadie se asuste, y a mi esta palabra no me gusta, es un disco en que han adquirido madurez.
Sí madurez. Insisto que la palabreja a mí no me gusta nada porque muchas veces para mí es sinónimo de truño.
Siguen siendo ellos. Siguen sonando a Crystal Castles y su sonido sigue siendo fácilmente identificable.
Que aquí vamos a encontrar temas más elaborados y con más melodía es seguro, pero también nos dejan hits inmediatos como Sad Eyes o Violen Youth, al igual que digitalismo terrorista (de baja intensidad) como Insulin.
Y también lo que noto es que es el primer disco del grupo en donde, más que rabia, lo que encuentro es tristeza, amargura y rabia más contenida.
Puede que Alice haya perdida la poca esperanza en la humanidad como ella dijo y este disco sea más reflexivo, que le sirviera de escape para expresar ese estado de ánimo en un momento concreto.
Un gran tercer trabajo del dúo canadiense que puede que los volviese menos agresivos momentáneamente, peor que también nos sirvió para ver que, sin dejar de ser ellos, sabían moverse por otros sonidos y salir victoriosos.