Segunda entrega anual de la revista Dancelux, que nos ofrecía lo que estaba de moda por aquel 1997.
El Techno de los 90 para bailar estaba en auge. Los franceses como Laurent Garnier o Etienne de Crecy brillaban con luz propia.
El primero era Dj, casi un sacerdote en las discotecas, pero también componía, y no lo hacía mal.
Las melodías casi no existían en los tema, o más bien no existían. El ritmo era lo principal y las secuencias de sonidos se repetían casi hasta la extenuación. Lo cual quiere decir que los temas eran de bastante minutaje.
También estan aquí As One o Motorbass como muestra de su saber hacer.
Los temas Techno (ya con la ch) son mayoría abrumadora en este recopilatorio. Los 190 BPM o más empezaban su andadura. Algo que ahora está ya asimilado, a mediados de los 90 resultaba para algunos demasiada velocidad.
Aunque hay momentos para una pieza de Breakbeat, aquí bien facturado, pero un subgénero electrónico que se me antoja como algo palurdo y borrego del Techno. Ritmos rotos sin más, un tanto sin sentido y para las fiestas más multitudinarias, que como pasa siempre, se cuelan los que no tienen ni puta idea de lo que van a escuchar, si les ponen Manolo Escobar y pinchara Bisbal, pues de puta madre, que uno ya va colocao y ¡Qué más me da!, si yo, ¡Hasta la música del telediario oiga!
Para el que lo escuche, puede poner más etiquetas, tal vez un poquito de Bleep Techno o Jungle, pero muy poco.
A partir de aquí, la música electrónica empezó a ser de masas, (con lo que ello conlleva, es decir, mucho malo y poco bueno) , lo que supuso que muchos medios comenzaran a mirarla como algo a tener en cuenta, al igual que los festivales, donde músicos y Dj tenían un espacio propio, como el Rock, el Indie, etc.
Se creo todo un universo a través de estos sonidos, que con el paso de los años y de las modas, ocupa un lugar como cualquier otro género.
Sin embargo, con todo, la electrónica (con géneros, subgéneros, etc) de los 90, y si me apuras de finales de los 80, fue un continuo goteo de los sonidos más excitantes y novedosos de finales del siglo XX, pues era el único que avanzaba de una manera extraordinaria y no parecía tener límites.
El Techno de los 90 para bailar estaba en auge. Los franceses como Laurent Garnier o Etienne de Crecy brillaban con luz propia.
El primero era Dj, casi un sacerdote en las discotecas, pero también componía, y no lo hacía mal.
Las melodías casi no existían en los tema, o más bien no existían. El ritmo era lo principal y las secuencias de sonidos se repetían casi hasta la extenuación. Lo cual quiere decir que los temas eran de bastante minutaje.
También estan aquí As One o Motorbass como muestra de su saber hacer.
Los temas Techno (ya con la ch) son mayoría abrumadora en este recopilatorio. Los 190 BPM o más empezaban su andadura. Algo que ahora está ya asimilado, a mediados de los 90 resultaba para algunos demasiada velocidad.
Aunque hay momentos para una pieza de Breakbeat, aquí bien facturado, pero un subgénero electrónico que se me antoja como algo palurdo y borrego del Techno. Ritmos rotos sin más, un tanto sin sentido y para las fiestas más multitudinarias, que como pasa siempre, se cuelan los que no tienen ni puta idea de lo que van a escuchar, si les ponen Manolo Escobar y pinchara Bisbal, pues de puta madre, que uno ya va colocao y ¡Qué más me da!, si yo, ¡Hasta la música del telediario oiga!
Para el que lo escuche, puede poner más etiquetas, tal vez un poquito de Bleep Techno o Jungle, pero muy poco.
A partir de aquí, la música electrónica empezó a ser de masas, (con lo que ello conlleva, es decir, mucho malo y poco bueno) , lo que supuso que muchos medios comenzaran a mirarla como algo a tener en cuenta, al igual que los festivales, donde músicos y Dj tenían un espacio propio, como el Rock, el Indie, etc.
Se creo todo un universo a través de estos sonidos, que con el paso de los años y de las modas, ocupa un lugar como cualquier otro género.
Sin embargo, con todo, la electrónica (con géneros, subgéneros, etc) de los 90, y si me apuras de finales de los 80, fue un continuo goteo de los sonidos más excitantes y novedosos de finales del siglo XX, pues era el único que avanzaba de una manera extraordinaria y no parecía tener límites.
No hay comentarios :
Publicar un comentario