Pero realmente es un temazo como la copa de un pino.
Contundente, arrebatador, implacable.
Unas bases demoledoras sobre melodías ligeramente agresivas por momentos.
Una producción contundente e impecable como se merece este gran tema que, sin conocer toda la discografía del grupo, me atrevería a decir que no sólo es de sus tres temas más conocidos, sino de los mejores que han hecho.
Y la versión extendida pues es más de lo mismo.
De esos maxis que uno debe de tener si le gusta esta canción.
Haciendo incapie en las partes instrumentales que son una pura gozada. Esas programaciones casi matemáticas con voces que por momentos, como en los coros, rozan el Soul de manera magistral.
Ese ritmo que hace reconocible desde el minuto uno de que tema se trata.
Es cierto que el tema en sencillo ya tenía un minutaje considerable, pero dos minutos más para disfrutarlo un poco más nunca viene mal.
La cara b viene con la versión single y con The Big Chair, un instrumental que recuerda más a su primer Lp que a lo que estaban haciendo.
Un estupendo tema, donde les da posibilidades de acercarse a sonidos más propios de unos OMD. Intrumental con sus momentos oscuros y un tanto experimentales para ser ellos. Estupendo.
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