Uno es incansable a la hora de intentar abarcar más y más sobre música.
Es imposible. Sin embargo uno desea aprender un poco cada día.
El mundo de Jazz es de esos mundo en el que uno intenta adentrase y que él mismo te lo facilita a poco que pongas de tu parte.
Además, ahora hay unas reediciones de discos clásicos en vinilo a unos precios muchas veces que te invitan a probar.
Es lo que me ocurrió con este disco de Wes Mongómery, guitarrista él y que la verdad me ha encantado.
En 2017 el disco entró a formar parte del registro de grabaciones nacionales en el la biblioteca del congreso de los Estados Unidos por considerarlo un bien cultural e histórico de ese pais.
No sé si aquí se hace lo mismo con grabaciones significativa. Supongo que algo se hará, pero no lo puedo afirmar.
El disco dicen los sabios en la materia que es el más representativo de Wes en cuanto a su música y a su estilo, y por tanto, nos encontramos ante uno de su mejores trabajos.
Se mueve entre los mundos del Jazz y del Blues y aunque no sea yo un amante empedernido de la guitarra, la verdad es que todo suena genial.
La guitarra es la principal portagonista, pero eso no impide que el piano o el bajo adquieran también sus momentos de esplendor, al igual que la batería.
Así que se puede decir que no hay un intrumento dictador en la grabación.
Además, algo que me gusta más, Wes da la sensación que toca de manera placentera, disfrutando de lo que hace y parece que no quiere darnos lecciónes de "mira lo que sé hacer", no intenta ir de virtuoso del intrumento, con lo cual el sonido de la guitarra fluye de una manera natural, sin poses ni artificios.
Como profano que sigo siendo en materia de Jazz, no sé si es un disco bueno o malo dentro del género.
Sólo sé que puedo recomendarlo y también seguro que todos los amantes del Jazz y del Blues sabrán apreciarlo mejor que yo.
Por último decir que el álbum original se editó en 1960 y que la foto que aquí puse es del disco que yo poseo. Una reedicion hecha por Jazz Images.
.
Es imposible. Sin embargo uno desea aprender un poco cada día.
El mundo de Jazz es de esos mundo en el que uno intenta adentrase y que él mismo te lo facilita a poco que pongas de tu parte.
Además, ahora hay unas reediciones de discos clásicos en vinilo a unos precios muchas veces que te invitan a probar.
Es lo que me ocurrió con este disco de Wes Mongómery, guitarrista él y que la verdad me ha encantado.
En 2017 el disco entró a formar parte del registro de grabaciones nacionales en el la biblioteca del congreso de los Estados Unidos por considerarlo un bien cultural e histórico de ese pais.
No sé si aquí se hace lo mismo con grabaciones significativa. Supongo que algo se hará, pero no lo puedo afirmar.
El disco dicen los sabios en la materia que es el más representativo de Wes en cuanto a su música y a su estilo, y por tanto, nos encontramos ante uno de su mejores trabajos.
Se mueve entre los mundos del Jazz y del Blues y aunque no sea yo un amante empedernido de la guitarra, la verdad es que todo suena genial.
La guitarra es la principal portagonista, pero eso no impide que el piano o el bajo adquieran también sus momentos de esplendor, al igual que la batería.
Así que se puede decir que no hay un intrumento dictador en la grabación.
Además, algo que me gusta más, Wes da la sensación que toca de manera placentera, disfrutando de lo que hace y parece que no quiere darnos lecciónes de "mira lo que sé hacer", no intenta ir de virtuoso del intrumento, con lo cual el sonido de la guitarra fluye de una manera natural, sin poses ni artificios.
Como profano que sigo siendo en materia de Jazz, no sé si es un disco bueno o malo dentro del género.
Sólo sé que puedo recomendarlo y también seguro que todos los amantes del Jazz y del Blues sabrán apreciarlo mejor que yo.
Por último decir que el álbum original se editó en 1960 y que la foto que aquí puse es del disco que yo poseo. Una reedicion hecha por Jazz Images.
No hay comentarios :
Publicar un comentario