The Blue Nile nunca se caracterizaron por la edición más o menos estable de discos.
Tendrían que pasar siete años desde la publicación del sobresaliente Hats para que la banda sacase este Peace At Last editado en el año 96.
Era patente que querían tener las ideas claras, que los temas fuesen sobresalientes, que el sonido y la producción fueran perfectos antes de editar nada nuevo.
Calidad antes que cantidad. Y la verdad es que lo seguían consiguiendo.
Fuera de toda moda, de todo estilo, Buchanan y cía marcaban los tiempos, ajenos al reconocimiento por parte de los medios especializados que los encumbraban.
Puede que su escasa discografía, (cuatro disco en veinte años, y sin sabar o no si habrá otro), haya sido también la causa de la aureola de culto sobre el grupo, así como sus escasas actuaciones y entrevistas.
El caso es que el grupo facturó otro excelente disco. Soft Rock, Pop melódico, triste más que sensual, arraigado de amargura.
Con más guitarras en primer plano que en su antecesor, Peace At Last sigue destilando belleza y calidad a partes iguales.
Love Come Down, Happiness, Body And Soul o Family Life son sólo cuatro gozadas de las diez que nos vamos a encontrar.
Hay momentos que uno podría catalogar como un Synth Pop para adultos, electrónica madura.
Pero reducir este disco a sonidos electrónicos sería no ver todo lo que encierra.
Peace At Last seduce de una manera mágica e intensa.
Tendrían que pasar siete años desde la publicación del sobresaliente Hats para que la banda sacase este Peace At Last editado en el año 96.
Era patente que querían tener las ideas claras, que los temas fuesen sobresalientes, que el sonido y la producción fueran perfectos antes de editar nada nuevo.
Calidad antes que cantidad. Y la verdad es que lo seguían consiguiendo.
Fuera de toda moda, de todo estilo, Buchanan y cía marcaban los tiempos, ajenos al reconocimiento por parte de los medios especializados que los encumbraban.
Puede que su escasa discografía, (cuatro disco en veinte años, y sin sabar o no si habrá otro), haya sido también la causa de la aureola de culto sobre el grupo, así como sus escasas actuaciones y entrevistas.
El caso es que el grupo facturó otro excelente disco. Soft Rock, Pop melódico, triste más que sensual, arraigado de amargura.
Con más guitarras en primer plano que en su antecesor, Peace At Last sigue destilando belleza y calidad a partes iguales.
Love Come Down, Happiness, Body And Soul o Family Life son sólo cuatro gozadas de las diez que nos vamos a encontrar.
Hay momentos que uno podría catalogar como un Synth Pop para adultos, electrónica madura.
Pero reducir este disco a sonidos electrónicos sería no ver todo lo que encierra.
Peace At Last seduce de una manera mágica e intensa.
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