Hasta el momento, este es el último trabajo editado por el grupo en 2004.
Y digo hasta el momento porque como nunca fueron muy pródigos en sacar discos, y el tiempo entre ellos era muy grande, pues nunca se sabe si alguan vez voverán.
High no nos descubre nada nuevo en el universo de The Blue Nile.
En estos casos tampoco es que importe. Es más, casi se lo agradecemos, pues la música que hacen es siempre un placer para los oidos y los sentidos.
High nos ofrece esas melodías tristes, intentas y cargadas de emoción carácterísticas del grupo.
El sonido sigue siendo impecable y de una calidad impresionante.
Puede, y digo puede, que lo único que ha cambiado un poco es la duración de los temas que para la ocasión se acortan más de lo que nos tenían habituados.
Tampoco importa.
I Would Never, Broken Loves o Soul Boy son grandes temas.
Y la estela sigue con High o The Days Of Our Lives y con todos en general.
Porque su cuarta entrega tampoco baja el listón al que nos tienen acostrumbrados estos escoceses.
High es un disco ideal para escuchar cuando empieza la noche, cuando estás tranquilo y relajado.
Cuando tu mente segrega nostalgia y melancolía y también necesita volver a recargarse de ellas.
Y es que The Blue Nile es de esos grupos que son capaces de producir una sensación de belleza y tristeza adodorables. Aunque a veces duela.
Pero es un dolor que merece la pena.
Y digo hasta el momento porque como nunca fueron muy pródigos en sacar discos, y el tiempo entre ellos era muy grande, pues nunca se sabe si alguan vez voverán.
High no nos descubre nada nuevo en el universo de The Blue Nile.
En estos casos tampoco es que importe. Es más, casi se lo agradecemos, pues la música que hacen es siempre un placer para los oidos y los sentidos.
High nos ofrece esas melodías tristes, intentas y cargadas de emoción carácterísticas del grupo.
El sonido sigue siendo impecable y de una calidad impresionante.
Puede, y digo puede, que lo único que ha cambiado un poco es la duración de los temas que para la ocasión se acortan más de lo que nos tenían habituados.
Tampoco importa.
I Would Never, Broken Loves o Soul Boy son grandes temas.
Y la estela sigue con High o The Days Of Our Lives y con todos en general.
Porque su cuarta entrega tampoco baja el listón al que nos tienen acostrumbrados estos escoceses.
High es un disco ideal para escuchar cuando empieza la noche, cuando estás tranquilo y relajado.
Cuando tu mente segrega nostalgia y melancolía y también necesita volver a recargarse de ellas.
Y es que The Blue Nile es de esos grupos que son capaces de producir una sensación de belleza y tristeza adodorables. Aunque a veces duela.
Pero es un dolor que merece la pena.
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