En 1980 debuta el grupo con su primer Lp que si bien tenía definido el estilo que lo caracteriza, (porque el grupo sigue en activo, o por lo menos August Darnell), no así el sonido que consiguió en su momento de mayor éxito.
Si es cierto que el sonido caribeño y Funk, y menos latino de lo que parece, se nota aqui, no es menos cierto que el Pop también forma parte de este trabajo que hace que uno se encuentre en la encrucijada de si te gusta más por el contenido o porque representa parte de tu juventud musical.
Pero si uno es objetivo, el grupo tuvo en España su mini momento de gloria con Annie, I´m Not Your Daddy, editada dos años después. No sé, puede que valore más la música de aquella época por cosas ajenas a la objetividad. Unos comienzos de década que parecía que todo avanzaba a la velocidad del rayo y que los cientos de estilos que había y que se generaban tenían todos algo interesante. Incluso la menospreciada en muchos casos música comercial te ofrecía calidad.
Volviendo a la realidad de este disco, sin ser un disco maravilloso si que se escucha muy bien y de forma agradable y entretenida.
Mister Softee, Darrio Lilli Marlene o Maladie D'Amour valen para que nos pongamos a bailar. Bueno, realmente todo el disco es para bailar.
Tambien podemos apreciar esa capacidad del grupo americano para coger sonidos no propios de ellos y pasarlos por la batidora para hacerlos más internacionales.
Recordemos este disco y pasemos buenos momentos.
Si es cierto que el sonido caribeño y Funk, y menos latino de lo que parece, se nota aqui, no es menos cierto que el Pop también forma parte de este trabajo que hace que uno se encuentre en la encrucijada de si te gusta más por el contenido o porque representa parte de tu juventud musical.
Pero si uno es objetivo, el grupo tuvo en España su mini momento de gloria con Annie, I´m Not Your Daddy, editada dos años después. No sé, puede que valore más la música de aquella época por cosas ajenas a la objetividad. Unos comienzos de década que parecía que todo avanzaba a la velocidad del rayo y que los cientos de estilos que había y que se generaban tenían todos algo interesante. Incluso la menospreciada en muchos casos música comercial te ofrecía calidad.
Volviendo a la realidad de este disco, sin ser un disco maravilloso si que se escucha muy bien y de forma agradable y entretenida.
Mister Softee, Darrio Lilli Marlene o Maladie D'Amour valen para que nos pongamos a bailar. Bueno, realmente todo el disco es para bailar.
Tambien podemos apreciar esa capacidad del grupo americano para coger sonidos no propios de ellos y pasarlos por la batidora para hacerlos más internacionales.
Recordemos este disco y pasemos buenos momentos.
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