Empiezo diciendo que sirva esta entrada de pequeño homenaje al amigo STHALFABRIK, porque su imprescindible blog Wet Dreams (http://stahlfabrik.blogspot.com.es/) ha llegado a las 200.000 visitas.
Mis felicitaciones y mis respetos.
Para los amantes de la electrónica, decir que este disco es una obra maestra y un disco fundamental, es más que obvio.
Cuando las tiendas de discos eran un negocio más en las ciudades, había una cerca de casa, y de vez en cuando entraba y miraba a ver que podía haber, sobre todo baratito, porque la pasta no sobraba.
Había un empleado que era de los que valía mucho la pena.
Un veterano, un vendedor de verdad, que sabía lo que tenía entre manos. Amable, y sobre todo conocedor de la música con mayúsculas. Daba igual que le gustase o no, él sabia decirte unas palabras con respecto al estilo o al grupo, o aconsejarte.
Suena a los tiempos del papiro, es cierto. Pero eso, por desgracia, y sobre todo en ciudades pequeñas ya apenas quedan.
Vale que puedes encontrar y escuchar todo a través de internet, pero a mí aún me sigue gustando intercambiar unas palabras con alguien que le guste y ame la música como a yo creo que debe ser.
En fin, en un cajón de ofertas, cogí tres discos a trescientas pts cada uno.
El Lp de Kano (magnífico disco Italo Disco), Cybotrón (Mítico disco, germen y básico para entender el futuro Electro) y éste que aquí nos ocupa.
Como siempre, el tiempo me ha dado la fortuna de querer investigar y buscar.
De este proyecto único de Ani Zinc sólo conocía la portada por una revista que hablaba en un artículo de la electrónica más underground y experimental.
Reconozco que al principio me resulto desconcertante y extraño.
Seamos sinceros, que no prepotentes, y digamos tranquilamente que un disco de este calibre, no sólo es que haya que escucharlo bastantes veces para entender su magnitud. Además hay que tener los oídos curtidos en varias batallas sónicas.
Era el año 86, cuando la otra mitad de Diseño Corbusier (otro grupo fundamental), editó este trabajo, en el que el tratamiento de voces, gracias a la manipulación de cintas, crea todo tipo de atmósferas y exprime todas sus posibilidades.
Hay gente mucho más preparada que yo en esta materia, así que lo que puedo expresar aquí son esa sensación de desasosiego, de pasión, de amor, de miedo, de terror que es capaz de transmitir Ani Zinc.
Amore Mío o Esto es Amor me parecen piezas fundamentales de la electrónica experimental mundial.
Pero también se puede aplicar a todo el disco.
Las voces, su manipulación, su tratamiento, hacen el eje principal sobre el que gira el disco. La electrónica esta también, pero como mera acompañante de esas voces que hablan, se retuercen, se modifican o cambian de velocidad.
Y como siempre, recordemos en que año fue hecho. No es ahora, no era tan fácil.
Todo había que hacerlo a mano, de manera artesanal. Casi un Click and Cuts de hace casi treinta años.
Lo editó el también mítico sello Auxilio de Cientos. Sello que la propia Ani Zinc había fundado junto con otros músicos.
Ahora el disco es un disco de culto, por el que se piden pequeñas fortunas.
Así que si lo tienes, guárdalo a buen recaudo, porque estas "acciones" nunca serán "preferentes" y siempre estarán en alza.
Mis felicitaciones y mis respetos.
Para los amantes de la electrónica, decir que este disco es una obra maestra y un disco fundamental, es más que obvio.
Cuando las tiendas de discos eran un negocio más en las ciudades, había una cerca de casa, y de vez en cuando entraba y miraba a ver que podía haber, sobre todo baratito, porque la pasta no sobraba.
Había un empleado que era de los que valía mucho la pena.
Un veterano, un vendedor de verdad, que sabía lo que tenía entre manos. Amable, y sobre todo conocedor de la música con mayúsculas. Daba igual que le gustase o no, él sabia decirte unas palabras con respecto al estilo o al grupo, o aconsejarte.
Suena a los tiempos del papiro, es cierto. Pero eso, por desgracia, y sobre todo en ciudades pequeñas ya apenas quedan.
Vale que puedes encontrar y escuchar todo a través de internet, pero a mí aún me sigue gustando intercambiar unas palabras con alguien que le guste y ame la música como a yo creo que debe ser.
En fin, en un cajón de ofertas, cogí tres discos a trescientas pts cada uno.
El Lp de Kano (magnífico disco Italo Disco), Cybotrón (Mítico disco, germen y básico para entender el futuro Electro) y éste que aquí nos ocupa.
Como siempre, el tiempo me ha dado la fortuna de querer investigar y buscar.
De este proyecto único de Ani Zinc sólo conocía la portada por una revista que hablaba en un artículo de la electrónica más underground y experimental.
Reconozco que al principio me resulto desconcertante y extraño.
Seamos sinceros, que no prepotentes, y digamos tranquilamente que un disco de este calibre, no sólo es que haya que escucharlo bastantes veces para entender su magnitud. Además hay que tener los oídos curtidos en varias batallas sónicas.
Era el año 86, cuando la otra mitad de Diseño Corbusier (otro grupo fundamental), editó este trabajo, en el que el tratamiento de voces, gracias a la manipulación de cintas, crea todo tipo de atmósferas y exprime todas sus posibilidades.
Hay gente mucho más preparada que yo en esta materia, así que lo que puedo expresar aquí son esa sensación de desasosiego, de pasión, de amor, de miedo, de terror que es capaz de transmitir Ani Zinc.
Amore Mío o Esto es Amor me parecen piezas fundamentales de la electrónica experimental mundial.
Pero también se puede aplicar a todo el disco.
Las voces, su manipulación, su tratamiento, hacen el eje principal sobre el que gira el disco. La electrónica esta también, pero como mera acompañante de esas voces que hablan, se retuercen, se modifican o cambian de velocidad.
Y como siempre, recordemos en que año fue hecho. No es ahora, no era tan fácil.
Todo había que hacerlo a mano, de manera artesanal. Casi un Click and Cuts de hace casi treinta años.
Lo editó el también mítico sello Auxilio de Cientos. Sello que la propia Ani Zinc había fundado junto con otros músicos.
Ahora el disco es un disco de culto, por el que se piden pequeñas fortunas.
Así que si lo tienes, guárdalo a buen recaudo, porque estas "acciones" nunca serán "preferentes" y siempre estarán en alza.
Una joya que nos dejó boquiabiertos más por su originalidad que por otra cosa. Pero es que se necesita ser muy original y muy atravido para hacer un disco así.
ResponderEliminarObra maestra. Y española!
La verdad que es un disco que aún sorprende en la actualidad.
ResponderEliminarComo siempre, pocos medios y muchas ideas es lo que tenía esta chica.
Repito, un disco que hay que ver en que tiempo y que hay que escuchar muchas veces para entender su magnitud.
Saludos sintéticos.
Excelente trabajo, hace un tiempo que sigo tu blog de forma anónima, y ya es hora de felicitarte por el trabajo. La verdad es que apenas tengo 23 años, y no he podido vivir los 80 desgraciadamente como vosotros, para hablar con esa propiedad. En fin un saludo, y te dejo mi blog, en el cul recopilé todo el material de esta banda que hay por internet circulando. http://elmanifiestodelasmaquinas.blogspot.com.es/2012/10/neo-zelanda-retrospectiva.html
ResponderEliminarGracias por acercarte por el blog Cristian, y gracias también por que te guste.
ResponderEliminarAquí ya ves que cabe de todo.
Mira, la edad es lo de menos, o haber vivido aquella época.
Cuando pasen veinte años, seguro que alguien te dirá a ti lo mismo.
Lo importante para mí es lo que te transmite un disco, un grupo, y sobre todo investigar el maravilloso mundo de la música.
Pero, por encima de todo, que lo que escuches lo disfrutes.
Todo esto suena a abuelete y a horterada, pero es como lo veo.
Sólo hay dos tipos de música para mí:
La que te gusta y la que no.
Busca, investiga, disfruta y sobre todo piensa que está muy bien dejarse asesorar, pero la última palabra la tienes tú.
Después del rollete correspondiente, pasaré encantado por tu blog y le echaré un vistazo.
Saludos sintéticos.
No había visto esta dedicatoria que me hiciste hace más de un año. Ya sabes cuánto te agradezco estos detalles. Eres el puto amo, sin duda.
ResponderEliminarAbrazos mil.
Sólo soy uno del montón, nada más.
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