Me enteré a través del estupendo blog Derribos bajo el agua.
Germán Coppini nos dejaba el dia de Nochebuena.
Y como los medios de comunicación hablan de él, de sus trabajos con Siniestro Total o en Golpes Bajos y poco más, pues yo reivindico este trabajo, esta únión atípica, efímera, pero fructifera bajo mi punto de vista.
Aprovecho para decir que su dúo Lemuripop dejó muy buenos temas, con esencia ochentera, pero mirando hacia adelante.
En el año 86 Nacho Cano de Mecano y Germán Coppini sacan un Maxi single que extrañó a casi todos.
No sé si Nacho, con éxito y popularidad, necesitaba que los círculos musicales lo reconociesen o sí Germán quería adentrarse en el mundo del éxito.
El caso es que, aparte de extraño, la crítica no vio con buenos ojos esta unión.
En principio, la cosa no tenía que pintar mal. Y personalmente creo que hicieron tres buenísimos temas.
Como travadores de la Edad Media, pero con las posibilidades del Siglo XX, el dúo me da que hizo lo que quiso.
Vale que la marca Nacho Cano ya aseguraba unas ventas, pero aún así, no se fueron a lo fácil y accesible.
Todos los temas tienen esa buena mezcla. La voz y las letras de Germán, que con los años me he dado cuenta de que era mucho más versátil de lo que yo creía, y la música seria y adecuada de Nacho, que si se le puede achacar algo es tal vez el "abuso" del Fairlight, antepasado ya del sampler, que acababa de salir al mercado y que a él le gustaba mucho usar en esa época.
Dame Un Chupito de Amor fue el tema estrella. Como dije antes, un tema nada comercial, pero a mí me parece muy bonito y entrañable.
Como venían de mundos distintos, lograron no salaparte el uno al otro.
Y así aparece Pepito, el Grillo, que sigue una línea más trovadoresca tocada con instrumentación actual.
Al igual que Divina Palabra. Voz y música evocadores y que seguro que podrían haber sonado en el medievo.
Sé que para mucho fue un fallo, sobre todo por parte de Germán, el haberse unido a Nacho, pero para mí esta anomalía, me dejó unos preciosos, intimos y melancólicos momentos.
Seguro que Germán lo podrá cantar allá donde esté, como el resto de su repertorio, y no tendrá que ruborizarse.
Germán Coppini nos dejaba el dia de Nochebuena.
Y como los medios de comunicación hablan de él, de sus trabajos con Siniestro Total o en Golpes Bajos y poco más, pues yo reivindico este trabajo, esta únión atípica, efímera, pero fructifera bajo mi punto de vista.
Aprovecho para decir que su dúo Lemuripop dejó muy buenos temas, con esencia ochentera, pero mirando hacia adelante.
En el año 86 Nacho Cano de Mecano y Germán Coppini sacan un Maxi single que extrañó a casi todos.
No sé si Nacho, con éxito y popularidad, necesitaba que los círculos musicales lo reconociesen o sí Germán quería adentrarse en el mundo del éxito.
El caso es que, aparte de extraño, la crítica no vio con buenos ojos esta unión.
En principio, la cosa no tenía que pintar mal. Y personalmente creo que hicieron tres buenísimos temas.
Como travadores de la Edad Media, pero con las posibilidades del Siglo XX, el dúo me da que hizo lo que quiso.
Vale que la marca Nacho Cano ya aseguraba unas ventas, pero aún así, no se fueron a lo fácil y accesible.
Todos los temas tienen esa buena mezcla. La voz y las letras de Germán, que con los años me he dado cuenta de que era mucho más versátil de lo que yo creía, y la música seria y adecuada de Nacho, que si se le puede achacar algo es tal vez el "abuso" del Fairlight, antepasado ya del sampler, que acababa de salir al mercado y que a él le gustaba mucho usar en esa época.
Dame Un Chupito de Amor fue el tema estrella. Como dije antes, un tema nada comercial, pero a mí me parece muy bonito y entrañable.
Como venían de mundos distintos, lograron no salaparte el uno al otro.
Y así aparece Pepito, el Grillo, que sigue una línea más trovadoresca tocada con instrumentación actual.
Al igual que Divina Palabra. Voz y música evocadores y que seguro que podrían haber sonado en el medievo.
Sé que para mucho fue un fallo, sobre todo por parte de Germán, el haberse unido a Nacho, pero para mí esta anomalía, me dejó unos preciosos, intimos y melancólicos momentos.
Seguro que Germán lo podrá cantar allá donde esté, como el resto de su repertorio, y no tendrá que ruborizarse.
Pues yo me entere casi al momento en los rotativos de las noticias de 24 horas,
ResponderEliminardesgraciadamente son malos tiempo para la lirica y la musica,
y de paso te deseo Felices Fiestas
SaLu2 de luto y blanca Navidad, vaya contraste!!!
Felices fiestas a ti también.
ResponderEliminarSí son malos tiempos.
Saludos sintéticos.