En pleno año 82 el país entero era, musicalmente hablando, un hervidero en constatne ebullición.
El epicentro estaba situado en Madrid, pero ciudades como Barcelona, Valencia y Vigo tenían sus Movidas y sus grupos reconocidos a nivel estatal.
En Vigo me quedo con un disco emblemático y mítico ya en España.
Los incipientes sellos independientes conseguían que muchos grupos pudieran plasmar sus ideas en vinilo haciendo una pequeña inversión económica.
Tal vez el sello estrella era DRO (Discos Radioactivos Organizados) fundados por el grupo Aviador Dro y que, en sus comienzos, dio cabida a multitud de propuestas, fueran éstas afines o no a sus postulados musicales.
Cuando ficharon a estos cuatro locos gallegos, no creo que pensasen la repercusión que iba a tener, pues se convirtió en su disco más vendido hasta ese momento y no sólo eso, consiguió una repercusión mediatica inimaginable para un sello pequeño.
Es un disco fenomenal, independientemente de que te guste el Punk o no. Sus temas cortos, (sólo uno llega a los tres minutos), sus letras irreverentes, provocadoras y desternillantes, unido a su sonido primitivo, sucio, y su música que no supera más de tres o cuatro acordes, lo convierten en algo fresco, divertido y entretenido para todos los oidos.
Las Tetas Mi Novia, Ayatolah!, Matar Jipis En Las Cíes o Los Esqueletos no Tienen Pilila son temas míticos y clásicos en el cancionero popular estatal por derecho propio.
Punk y Punk y Punk y más Punk es lo que vamos a encontrar en este disco. Una producción de "todo a cien", deprisa y corriendo que "el estudio de grabación cuesta pasta" y, eso sí, buenas ideas para desarmar a un país que luchaba entre los cuarenta años de inmovilismo y el intentar ser por fin europeos, que aunque así lo decían los mapas geográficos, no era del todo cierto.
Mítica también es la portada, haciendo un revisión de los famosos hermanos Dalton del famoso comic Lucky Luke.
Precisa y certera.
Quince temas cortos, rápidos y para escuchar sin pausa, pero sí con prisa.
El epicentro estaba situado en Madrid, pero ciudades como Barcelona, Valencia y Vigo tenían sus Movidas y sus grupos reconocidos a nivel estatal.
En Vigo me quedo con un disco emblemático y mítico ya en España.
Los incipientes sellos independientes conseguían que muchos grupos pudieran plasmar sus ideas en vinilo haciendo una pequeña inversión económica.
Tal vez el sello estrella era DRO (Discos Radioactivos Organizados) fundados por el grupo Aviador Dro y que, en sus comienzos, dio cabida a multitud de propuestas, fueran éstas afines o no a sus postulados musicales.
Cuando ficharon a estos cuatro locos gallegos, no creo que pensasen la repercusión que iba a tener, pues se convirtió en su disco más vendido hasta ese momento y no sólo eso, consiguió una repercusión mediatica inimaginable para un sello pequeño.
Es un disco fenomenal, independientemente de que te guste el Punk o no. Sus temas cortos, (sólo uno llega a los tres minutos), sus letras irreverentes, provocadoras y desternillantes, unido a su sonido primitivo, sucio, y su música que no supera más de tres o cuatro acordes, lo convierten en algo fresco, divertido y entretenido para todos los oidos.
Las Tetas Mi Novia, Ayatolah!, Matar Jipis En Las Cíes o Los Esqueletos no Tienen Pilila son temas míticos y clásicos en el cancionero popular estatal por derecho propio.
Punk y Punk y Punk y más Punk es lo que vamos a encontrar en este disco. Una producción de "todo a cien", deprisa y corriendo que "el estudio de grabación cuesta pasta" y, eso sí, buenas ideas para desarmar a un país que luchaba entre los cuarenta años de inmovilismo y el intentar ser por fin europeos, que aunque así lo decían los mapas geográficos, no era del todo cierto.
Mítica también es la portada, haciendo un revisión de los famosos hermanos Dalton del famoso comic Lucky Luke.
Precisa y certera.
Quince temas cortos, rápidos y para escuchar sin pausa, pero sí con prisa.
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