Rusty fue batería de The Rich Kids y más tarde del proyecto Visage. Además de ser el dj del Blitz, club mítico y fundamental para el surgimiento de los New Romantic a principios de los 80.
Aunque siempre ha estado de alguna manera con la música, no fue hasta 2017 cuando edita su primer disco. Disco que cuenta entre otros con colaboraciones de altura como Peter Hook (New Order), Tony Handley (Spandau Ballet) o Midge Ure (Ultravox, Visage).
Welcome To The Dancefloor lo veo como un recorrido de la música que Rusty ha mamado, ha ayudado a propagar y que le ha calado, pero también como una pequeña historia de los sonidos electrónicos que han llenado pistas de baile a los largo de estos últimos cuarente años.
Porque igual que nos podemos encontrar un pasado muy Joy Division como en The Otherside, o muy Visage (Glorious), también nos vamos a encontrar con temas con sonidos que mirar totalmente a la actualidad como es la alucinante Hero o la gran Love Is Coming My Way que con la voz invitada de Erik Stein podría parecernos un tema de los Scissor Sister olvidado. Igual paas con el tema que título al álbum. Es un pepinazo destinado a bailar sin complejos y hecho para todas las edades. Cruces de Moroder y Daft Punk se unen en los circuitos.
Glorious con Midge Ure poniendo la voz, (aunque haya perdido fuerza), suena a "glorioso" Ultravox y a parte de The Anvil de Visage.
Aunque hay guiños al "grupo fantasma" como se le llamó en su momento a Visage, la versión que aquí hay de Dreamer I Know podemos verlo como un homenaje al desaparecido y amigo Steve Strange. Podía haber cogido otro de su etapa más conocida, pero este tema aparece en el álbum de 2013 que devolvió a la vida a Visage, que aunque ya sólo estaba el bueno de Steve entre los originales, si supo volver con dignidad y no manchar el nombre del grupo basido de los New Romantic.
Wonderweke es un tema tan electro como también es una mirada a los padres de la electrónica universal como son Kraftwerk.
Y la guinda final para ver de que va este disco es Thank You. Un tema tan Kraftwerkiano que podría sonar a Trans Europe Express. Vocoder en boca, Rusty nombra el pasado y el presente de la música electtrónica y puede que también el futuro.
La verdad es que es un buen trabajo, puede que no glorioso. No es tan fácil aunque alguno le cueste poco poner tamaño calificativo a cualquier obra que esté bien. Sin embargo, puedo decir que es de esos descubrimiento que me parecen magníficos. Tal vez porque no esperase nada de él.
Veta a la pista de baile con el disco de Rusty Egan bajo el brazo.
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