En el 97, Depeche Mode sacaba disco, después de pasar cuatro años desde Songs For Faith And Devotion, multimillonario disco en cuanto a ventas y cumbre del grupo en cuanto a fama en todo el mundo, que no cumbre compositiva.
El anterior disco se parió con mucho dolor y muchos problemas.
Problemas de drogas de Dave, problemas de Martin Gore a nivel personal. Incluso se comentó que Gahan impuso una serie de condiciones en cuanto a la dirección del sonido de grupo, y de no ser así, éste dejaba el barco.
Después de todo estas vicisitudes, Alan Wilder abandona, hastiado de todo, del grupo, de las giras, y también harto de ser él el que se pase horas, y horas en el estudio, definiendo y perfeccionando el sonido del disco junto con los productores. Hay algún documento audivisual que es muy jugoso en este sentido.
Quedan los tres que grabarán, muchos años ha, el segundo disco A Broken Frame.
Pero si ese fuera una prueba de fuego en su momento, esto era mucho más, pues la fama del grupo eran muchísimo mayor.
Para la ocasión cojen a Tim Simenon para la producción y se van a los estudios Abbey Road.
El resultado es irregular, pero no es bochornoso. Mi opinión es que salvan bastante bien los muebles y aunque decir que es el mejor disco de Depeche desde la marcha de Wilder no es para estar muy contentos, sí que lo es para salvarlo de la quema.
En primer lugar, me gustaría destacar que salvaron los muebles, porque en vez de descentrarse o volverse locos, siguieron con el sonido que los catapultó (oscuro, tétrico y un tanto decante si se quiere). También el disco contenía dos o tres hits estupendos (It´s No Good, Barrel Of A Gun, Home).
Los intrumentales, cortos pero efectivos, matienen el interés.
Después hay varios temas como Insight o Useless que son excesivos en minutaje y que sólo se salvan por determinadas partes de los mismos, pero resultan irregulares a mi entender.
Y para finalizar The Love Thieve o Sister Of Night, sinceramente, me gustan muy poco.
Como en tantas otras ocasiones, mi joyita es The Botton Line, una baladita con toques entre Soul electrónico, Golpel, con esos punteos de guitarra en el estribillo con sonido casi hawaiano, y todo arropadito con sonidos electrónicos. Una gozada.
Teniendo en cuenta que se estaban intentando resolver los problemas dentro del seno del grupo, que Dave estaba en proceso de dexintosicación (no olvidemos que literalmente lo "resucitaron" de una parada cardiaca que duró varios minutos) y que Songs.........les puso en el punto de mira mundial, pues creo que el disco tiene más temas buenos que malos y que, aunque siga prefiriendo a los primeros Depeche Mode, el disco hay que salvarlo.
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