lunes, 6 de agosto de 2012

ULTRAVOX! - ULTRAVOX!

Recuerdo que una prima mía comprara este disco por dos duros hace muchos años. A mí la verdad no me había interesado mucho, bueno la portada, que no se parecía nada a lo que había visto hasta entonces.
Es verdad también que mi prima lo compró por el precio, porque no tenía ni idea de quienes eran.
A raiz de Vienna, me vino a la cabeza este disco.
¿Eran este el mismo grupo?
Y ya, como mis ganas de buscar e investigar son ilimitadas, pues leyendo me di cuenta que sí que era el mismo grupo, pero con matices.
Los matices es que el cantante John Foxx se había marchado y el guitarra también. Y que al cantante lo sustituyó Midge Ure.
Lo que ya no me hizo falta investigar porque era algo palpable era el sonido. No tenían nada que ver.
Este debut del 77 bajo la producción de Brian Eno fue un rotundo fracaso comercial que no un fracaso en cuanto a los logros sonoros.
Post Punk, New Wave y algo de Glam de los primeros Roxy Music estaban presentes en este disco bajo la batuta de Foxx.
De hecho cuando la casa Islands presentó al grupo en sociedad, lo  hizo como si fueran uns nuevos Roxy Music.
Siendo sincero como pretendo ser, tardé muchos años en valorar este disco, aunque temas como I Want To Be A Machine me quedaron en la memoria desde el primer momento. No sé, me parecía distinta, hipnótica, rara.
Con el tiempo empecé a apreciarlo, y reconozco que sin tener nada que ver con los Ultravox con Midge Ure y tampoco se discernía lo que posteriormente hizo John Foxx en solitario, es un disco que  era distinto a lo que se hizo a finales de los 70. A la tradicional banda de instrumentos de siempre, se le unía el violín de Billy Currie que los desmarcaba de los demás.
Saturday Night In The City Of The Dear, Dargerous Rhytm, My Sex o The Wild, The Beatiful & The Damned son temas que reflejan una época, un sonido, pero con intención de evolucinar.
El bajo de Chris Cross siempre me ha parecido formidable, y también me gusta la personalidad que ha sabido imprimirle.
Currie tejía buenas melodías con sus teclados, mientras que Warren Cann parece que siempre tocaba igual pero lo hacía muy bien.
En disco de buenos temas y un comienzo de un grupo que nos deparaba muchas sorpresas, con y sin Foxx.
A mí me gusta ver este grupo con una discografía con dos etapas y dos historias.
Incluso me atrevería a decir que son dos grupos distintos con el mismo nombre, pero nunca las compararé porque creo que no tienen mucho que ver.
u1977 

4 comentarios :

  1. Flipante la primera era de Ultravox!

    Gracias por permanecer siempre ahí, amigo. ;)

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  2. Gracias a tí por estar siempre también.
    Saludos sintéticos.

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  3. “My Sex” fue la primera canción de Ultravox! que escuché en mi vida (tenía alrededor de los 16 años). Fue gracias a un ejemplar de "Litoral", revista dedicada a la poesía cuya editorial se encuentra (o se encontraba) en Málaga. Se adquiere (o adquiría) por suscripción. El ejemplar en cuestión se titulaba "La poesía del rock" y, entre otros contenidos, figuraba una amplia antología de letras de canciones de todas las épocas del rock (hasta alrededor del año noventa, que es la época de publicación de ese número), seleccionadas por los autores de la revista por su valor a veces literario, a veces definitorio de una época en concreto. Ni corto ni perezoso, me puse a buscar las canciones originales, de manera que acabe con una enorme colección de archivos mp3. De esta forma descubrí a gente como Suicide, Dead Kennedys, The Clash, Lydia Lunch, Sonic Youth, Siouxsie And The Banshees, Pere Ubu, Robert Wyatt, Roxie Music y los que aquí nos ocupan Ultravox! (también venían temazos de Pink Floyd, King Crimson, etc. que ya conocía de sobra).
    “My Sex” me sorprendió y enganchó desde el principio, así que busqué el álbum completo y, posteriormente, fueron cayendo los demás. Confieso que, cuando oí el estilo guitarrero-punk de los demás cortes me llevé un chasco. Después, fui entrando en el disco (los discos, accedí a los tres álbumes de la era Foxx casi a la vez) y empecé a valorar temazos como “The Wild, The Beautiful & The Damned” y “I Want To Be A Machine”, con ese aire folk tan característico otorgado por el violín y, en caso del último tema mencionado, un no sé qué que me recordaba vagamente a Eric Burdon & The Animals. No obstante, “My Sex” me sigue pareciendo la joyita del disco, al igual que “Hiroshima Mon Amour” lo es en “Ha! Ha! Ha!”. Eso sí, en este caso, “The Wild…” y “I Want To Be A Machine” lo siguen a poca distancia.
    Saludos ;)

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  4. Es cierto. I Want to Be es también un gran temas.
    A mí el disco me gusta, y también me gusta verlo como un comienzo en el que apenas se veía lo que iba a hacer el grupo con y sin John Foxx.
    En cualquier caso, es un muy buen disco de Post Punk o New Wave que introducía elementos nuevos, como era el violín.
    Saludos sintéticos.

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