El gran Battiato hizo en el año 90 la música para el film Benvenuto Cellini que recrea la vida del escultor y orbefre que vivió durante la época del Renacimiento.
Igual que cuando editó su ópera Genesis, tenemos que escuchar a Battiato desde otra perspectiva, pero es verdad que de antemano ya podemos saber que será un buen trabajo.
El disco se compone de veintinueve piezas.
Pequeñas micro obras que si bien tienen un nexo común, es verdad también que Battiato desarrolla la música a su gusto, sin trabas ni cortapisas.
Una obra que se mueve entre los sonidos de música clásica algunas veces y otras los sonidos electrónicos ambientales, más que experimentales, van creando forma a un disco que seguro que no es de los más conocidos del autor, pero que igualmente es exquisito.
También en algún momento es capaz de combinar ambas momentos, (electrónicos y clásicos) creando las atmósferas que muy pocos como Battiato saben tejer.
Evidentemente el Pop aquí no tiene cabida. No se necesita.
Simplemente llega con la destreza y los años que llevaba el músico acumulados, sobre todo en sus comienzos, donde la música concreta y la electrónica más experimental fueron su mundo.
Es el típico disco que yo recomendaría escuchar del tirón. Las micropiezas van pasando pero todas ellas forman el conjunto necesario para que una no pueda estar sin la otra.
Battiato nunca, nunca defrauda. Puede gustarte más o menos lo que haga, pero siempre está bien hecho.
Como no podía ser de otra manera, al hacer una banda sonora sale airoso una vez más.
Como todo lo que se propone.
Igual que cuando editó su ópera Genesis, tenemos que escuchar a Battiato desde otra perspectiva, pero es verdad que de antemano ya podemos saber que será un buen trabajo.
El disco se compone de veintinueve piezas.
Pequeñas micro obras que si bien tienen un nexo común, es verdad también que Battiato desarrolla la música a su gusto, sin trabas ni cortapisas.
Una obra que se mueve entre los sonidos de música clásica algunas veces y otras los sonidos electrónicos ambientales, más que experimentales, van creando forma a un disco que seguro que no es de los más conocidos del autor, pero que igualmente es exquisito.
También en algún momento es capaz de combinar ambas momentos, (electrónicos y clásicos) creando las atmósferas que muy pocos como Battiato saben tejer.
Evidentemente el Pop aquí no tiene cabida. No se necesita.
Simplemente llega con la destreza y los años que llevaba el músico acumulados, sobre todo en sus comienzos, donde la música concreta y la electrónica más experimental fueron su mundo.
Es el típico disco que yo recomendaría escuchar del tirón. Las micropiezas van pasando pero todas ellas forman el conjunto necesario para que una no pueda estar sin la otra.
Battiato nunca, nunca defrauda. Puede gustarte más o menos lo que haga, pero siempre está bien hecho.
Como no podía ser de otra manera, al hacer una banda sonora sale airoso una vez más.
Como todo lo que se propone.
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