La razón es bien sencilla. Si bien, los discos salieron en años distintos, (años 51 y 56 respectivamente), son dos recopilatorios que recogen grabaciones de finales de los cuarenta y principios de los 50 de este pianista y compositor, mito del Jazz, que ya deja pinceladas de lo que aún estaba por venir en lo que respecta a su música.
Empezaré diciendo, como curiosidad, que algunas grabaciones, las que tengo editadas por Blue Note remasterizadas, los másters, me imagino que analógicos y pasados a digital, deben de estar bastante deteriorados, ya que se pueden oir ligeros arrastre en algunos de ellos, chisporroteos como cuando tienes el vinilo con polvo.
Dicho esto, si bien no es lo más granado de Monk, si que puedo decir que ambos son estupendos de principio a fin. Con el músico componiendo la mayoría de los temas, como dije antes nos acerca ligeramente a lo que nos tenía deparado posteriormente.
Temas para mi clásicos de su repertorio como Epistrophy o Misterioso se puden escuchar aquí en su "primer estado embrionario", y aunque se reconocer desde el primer momento, en grabaciones futuras Monk les dará una forma que a mi personalmente me gusta más.
Estamos hablando de temas compuestos entre los cuarenta y cincuenta, y lo que vamos a escuchar es Bop del bueno.
El Jazz ya empezaba en aquel entonces a buscar nuevos caminos apartados del Swing y con otros formatos más reducidos que las Big Band y aquí ya se empieza a notar.
Dos discos que nos ayudarán a encontrar los origenes musicales del pianista que revolucionó el futuro del Jazz.
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